Endesa prevé repartir unos 5.900 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2017-2020, el 100% del beneficio, a pesar de que augura unos próximos años complicados por las adversas condiciones del mercado, según la actualización del plan estratégico de la compañía remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La eléctrica, cuyo principal accionista es la italiana Enel con una participación del 70% y que percibirá así más de 4.100 millones de euros en dividendos, mantiene para el periodo su política de un 'pay out' (parte del beneficio que se destina a dividendo) del 100%, aunque empeora su previsión de beneficios para los próximos ejercicios y, por tanto, la de dividendo. En concreto, para este año prevé que la retribución total para su accionista ascienda a un mínimo de 1,32 euros por título, ligeramente por debajo de los 1,33 euros que abonó en 2016 en concepto de dividendo.
Para 2018, la compañía presidida por Borja Prado estima un dividendo mínimo de 1,33 euros brutos por acción, por encima del previsto para este ejercicio pero más de un 6% inferior a los 1,42 euros que preveía en su 'hoja de ruta' anterior como retribución para el accionista. El grupo no da estimaciones en su plan de dividendo para los ejercicios 2019 y 2020, aunque sí que lo hace de beneficios para esos años, destinando el 100% de estas ganancias a retribución al accionista.
A este respecto, la energética señala que promueve una estrategia económico-financiera que procura un nivel de generación de caja significativo que, por un lado, permite mantener sus niveles de endeudamiento y, por el otro, posibilita la maximización de la remuneración de los accionistas, lo que permite cumplir "el objetivo de asegurar la sostenibilidad del proyecto empresarial desarrollado por Endesa". Además, recuerda que la capacidad de distribuir dividendos entre sus accionistas depende de numerosos factores, incluyendo la generación de beneficios y la disponibilidad de reservas distribuibles, "y no puede asegurarse los dividendos que, en su caso, vayan a pagarse en los ejercicios futuros ni cuál será el importe de los mismos".
Así, el nuevo plan de Endesa estima un crecimiento medio anual en el periodo de en torno al 6% de su beneficio, pasando de los 1.400 millones de euros para este año a unas ganancias de 1.600 millones de euros en 2019. No obstante, esta nueva 'hoja de ruta' empeora las previsiones de ganancias para los dos próximos años del grupo con respecto al plan anterior. Para 2018 Endesa prevé un beneficio de unos 1.400 millones de euros, frente a los 1.500 millones de euros del plan anterior, y de unos 1.500 millones de euros para 2019, frente a la estimación anterior de 1.700 millones de euros.
En lo que respecta al resultado bruto de explotación (Ebitda), el grupo también se muestra más conservador que en su anterior plan, aunque vaticina un crecimiento medio anual del 4% de 2017 a 2020, desde los 3.400 millones de euros para este año hasta los 3.700 millones para 2020. No obstante, el grupo retrasa en un año sus objetivos debido a las condiciones de mercado y estima alcanzar para 2019 un Ebitda de 3.500 millones de euros y de 3.700 millones de euros para 2020, cifras que previa conseguir en los ejercicios 2018 y 2019, respectivamente.
El 56% de sus inversiones, a crecimiento
En lo que respecta a su plan inversor, el grupo destinará 5.000 millones de euros a 'capex' en periodo 2017-2020, un 6,4% más. De esta cifra, el 56% (2.800 millones de euros) se dedicará a crecimiento, frente al 44% en el plan anterior. Asimismo, la energética prevé unas inversiones por valor de unos 1.300 millones en digitalización hasta 2020 que supondrán unos ahorros de 250 millones de euros.
Las renovables será otro de los pilares de la inversión del grupo, con un total de 900 millones de euros para el desarrollo de 939 megavatios (MW) de capacidad renovable adicional, incluidos los los 879 MW ya adjudicados en las subastas de este año. De esta manera, la capacidad 'verde' instalada de la compañía pasará de los 6.388 MW en 2017 hasta los 7.353 MW, con la instalación de 399 MW solares y 540 MW eólicos. El grupo estima que estas nuevas inversiones en renovables tengan una contribución de en torno a 80 millones de euros de Ebitda a partir de 2020.
Nuclear a largo plazo
Además, Endesa reafirma su apuesta por la descarbonización total de su mix para 2050, aunque defiende la operación de la energía nuclear a largo plazo para garantizar la seguridad del suministro y la preservación del carbón eficiente para evitar mayores emisiones y costes del sistema. A este respecto, llevará a cabo inversiones por 400 millones de euros hasta 2020 destinadas a la seguridad y operación a largo plazo de su capacidad nuclear y de 300 millones de euros para las inversiones medioambientales en sus térmicas.
En lo que se refiere a su cartera de clientes, Endesa prevé que se mantenga estable a lo largo del periodo, situándose en los 10,9 millones en el caso de la electricidad a final de 2020, con un importante crecimiento del mercado liberalizado, hasta los 6,9 millones, mientras que para el gas estima un crecimiento del número de clientes hasta los 1,7 millones. Asimismo, apuesta por promover la movilidad eléctrica a través de soluciones de recarga y el desarrollo de la red de recarga y prevé unas 600 estaciones de carga públicas al final del periodo.