Cuentan los más cercanos a Manuela Carmena que una de sus labores de gobierno preferidas es el área de Cultura. Desde marzo, las competencias de dicha rama de la Administración municipal cuelgan directamente de la regidora. Esto explica algunas de las bromas que se escucharon esta semana en Cibeles después de la rueda de prensa ofrecida el pasado jueves en la que, según ediles de oposición, Carmena "exhibió sus mejores dotes de teatro y escenificación".
La regidora comparecía ante los medios arropada por la portavoz del gobierno municipal, Rita Maestre, así como por Carlos Sánchez Mato, el polémico responsable de Economía, y Marta Higueras, encargada del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo. Tras una semana de importantes tensiones internas en Ahora Madrid, motivadas por la decisión del Ministerio de Hacienda de controlar las cuentas municipales, Carmena buscaba exhibir un frente unido ante los medios.
"Me sorprende que se haya generalizado la idea de que el Ayuntamiento de Madrid está intervenido. Es una tutela financiera, ha habido un incremento de la tutela financiera, pero esto no significa que el Ayuntamiento esté intervenido", señaló la alcaldesa para negar que la decisión de Hacienda de controlar los gastos municipales semana tras semana suponga una intervención de la autonomía del consistorio.
De "no habrá recortes" a un tajo millonario
Para Carmena, el refuerzo de las medidas de control "no afecta para nada al desarrollo del proyecto del Ayuntamiento. No nos afecta para nada". Resulta un tanto curioso que la alcaldesa haga estas afirmaciones la misma semana en que anuncia un recorte express del gasto público, orientado a cumplir por fin la Regla de Gasto.
El ajuste que ha comunicado Carmena a los medios apunta a un tajo de 174 millones de euros, en virtud del cual se pueden ver afectadas 1.206 partidas de gasto. Decir que semejante ajuste "no afecta para nada al desarrollo del proyecto del Ayuntamiento" parece una broma de mal gusto. De hecho, la alcaldesa rizó el rizo y presumió del bagaje inversor del Consistorio, a pesar de que el presupuesto no está siendo ejecutado en tiempo y forma.
Carmena pidió que los madrileños "se fijen en las calles. Estamos haciendo obras en los baches, en las baldosas…". Además, señaló que "ha caído la preocupación por la limpieza porque Madrid está más limpio". Ya entrando en materia, se refirió a la pugna entre el Ayuntamiento y Hacienda afirmando que "la ley es un protocolo de conducta imprescindible, pero no es algo rígido, sino que debe estar sujeto a la interpretación".
En una intervención más breve, el delegado de Economía, Carlos Sánchez Mato, reconoció que "muchas de esas 1.206 partidas de gasto vamos a retenerlas y no vamos a gastarlas, tal y como nos requiere el Ministerio". Un giro de 180 grados por parte del integrante de Izquierda Unida, que hace apenas unos meses afirmaba que "no habrá recortes".