Cebrián ha caído. Tras cinco años en la presidencia de Prisa, Juan Luis Cebrián anunció ayer miércoles que abandonará el timón del grupo el próximo 31 de diciembre. A partir de entonces, Manuel Polanco, actual vicepresidente, tomará las riendas de Prisa.
Cebrián, que mantendrá su puesto de presidente del diario El País y presidirá una nueva fundación con el nombre del periódico, se despide de un grupo de comunicación al borde de la insolvencia. Enfrentado con sus acreedores, accionistas y con una buena parte de sus consejeros, su salida ha estado rodeada de polémica.
Ahogada por las deudas, la junta general extraordinaria de accionistas de Prisa aprobó también ayer una ampliación de capital de 450 millones de euros para reestructurar su pasivo. Esta ampliación se realizará a través de la emisión de 375 millones de acciones nuevas de 1,20 euros de valor cada una. Y es que Cebrián deja un grupo con una deuda que asciende a los 1.500 millones de euros.
Antes de que finalice 2018, Prisa tiene que amortizar un total de 956 millones de euros de deuda, una situación que llevó a Cebrián a impulsar la venta a la desesperada de Santillana,pero el perfil bajo de las ofertas recibidas ha hecho que los accionistas no miren ese movimiento con buenos ojos. Para hacer frente a la deuda, Prisa ha tenido que deshacerse de distintos activos, como Digital +, la editorial Alfaguara o Cuatro, unas operaciones que han resultado insuficientes para revertir los números rojos.
La familia Polanco (17,5%) y el fondo Amber Capital (19,2%) , los principales accionistas de Prisa, han capitaneado sacar a Cebrián del grupo. De hecho, Joseph Oughourlian, el dueño de Amber, aseguró ayer que"el cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo", dirigiéndose directamente a Cebrián, al que no ha dudado en acusar de llevar a cabo una "gestión pésima". Telefónica (13%) y los bancos HSBC (7,4%), Santander (4,1%) y CaixaBank (3,83%), les siguen en el accionariado.
Otro dato que muestra la debacle de Prisa, es su desplome bursátil. Mientras que Cebrián llegó a la presidencia de un grupo cuyos títulos cotizaban en torno a los 10 euros por acción, a cierre de ayer las acciones estaban en los 2,64 euros, una caída superior al 70%.
Sin embargo, pese a la delicada situación de Prisa, Cebrián no ha querido nunca escatimar con su salario. De hecho, este año se adjudicóun bonus de 691.472 euros euros en concepto de retribución variable. Con esta remuneración, el sueldo total del directivo ascendió a 1,76 millones de euros al año. Esta suculenta cifra se aprobaba después de que Prisa hubiera perdido 67,9 millones de euros en el último ejercicio. Además, su salida de la presidencia del grupo no saldrá barata. Cebrián podría cobrar hasta 10 millones de euros, contabilizando tanto los bonus como el sueldo fijo y variable, informa elEconomista. A dicha cantidad habrá que sumarle también la entrega de 1,6 millones de acciones a un precio de 1,2 euros. por título.