La salida de Juan Luis Cebrián como presidente de Prisa ya es oficial. El actual vicepresidente de Prisa, Manuel Polanco, será el nuevo presidente del grupo de comunicación a partir de enero 2018, después de que Cebrián haya anunciado este miércoles en la junta general extraordinaria de accionistas que dejará ese cargo.
Cebrián, que mantendrá su puesto de presidente del diario El País y presidirá una nueva fundación con el nombre del periódico, ha indicado que su salida es voluntaria y que se materializará a finales de año.
"El 31 de diciembre abandonaré la dirección de la compañía con la tranquilidad del deber cumplido", ha destacado el directivo tras asegurar que el "relevo generacional" es "apropiado" tanto para la empresa como para él mismo, que a partir de ahora afrontará "nuevos proyectos". Entre ellos, estará al frente de esa nueva fundación que tiene como objetivo "salvaguardar" la independencia y autonomía de los medios del grupo Prisa.
Según Cebrián, que llegó al cargo en 2012, su salida garantizará un "futuro sólido" a la compañía "al margen de cualquier personalismo", una vez que se apruebe hoy la ampliación de capital de la compañía, cuya deuda asciende a alrededor de 1.500 millones de euros.
"Manuel Polanco es garantía para el cumplimiento del compromiso que tiene la compañía", ha asegurado Cebrián, quien ha dicho que la transición será "ordenada" y que "su éxito constituirá el éxito de todos".
En ese sentido, considera que el relevo en el liderazgo puede facilitar "la incorporación de inversores no especulativos" al grupo, que antes de finales de 2018 ha de amortizar un total de 956 millones de euros de deuda.
Polanco, que actualmente ocupa la vicepresidencia de Prisa y la presidencia de Prisa Audiovisual, lleva un cuarto de siglo asociado al grupo, del que es consejero desde 2001.
Tensiones internas
A pesar de que Cebrián ha vendido la sustitución de Polanco como una idea suya, lo cierto es que las desavenencias entre ambos directivos eran conocidas desde hace tiempo. De hecho, todo apunta a que ha sido el propio Polanco el que ha liderado la salida Cebrián.
Lejos de sus declaraciones, el presidente de Prisa hasta 2018 no tenía ninguna intención de abandonar su cargo. Por ello, logró paralizar los nombramientos de Javier Monzón y Jaime Carvajal como sus sucesores.
Según ha publicado El Confidencial, desesperado, Cebrián se reunió ayer con el Gobierno para pedirle que intermediase con Telefónica, Santander y CaixaBank, accionistas destacados del grupo, para que lo mantuvieran en la presidencia. La publicación asegura que esta es la segunda vez que Cebrián intenta mover hilos para seguir en el trono. En abril, con éxito, recurrió al Gobierno y hasta al Rey emérito Juan Carlos para contener la presión de los accionistas.
Acusan a Cebrián de una "gestión pésima"
Una de las intervenciones más polémicas de la junta de hoy ha sido la de Joseph Oughourlian, dueño del fondo Amber y uno de los máximos opositores de Cebrián. Amber es accionista mayoritario de Prisa con un 19%. "El cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo", ha manifestado tal y como recoge El Mundo, dirigiéndose directamente a Cebrián, al que no ha dudado en acusar de una "gestión pésima".
"Casi estamos contra la pared haciendo esta ampliación de capital. La gestión no ha sido mala, es lo siguiente" ha dicho Oughourlian. El accionista ha aplaudido la marcha del periodista. "La salida de Juan Luis será algo más que natural, algo indispensable". "Darle a este señor la fundación, darle la presidencia de El País. ¿Por qué?", ha planteado.
Según el diario de Unidad Editorial, Cebrián ha intentado interrumpir el discurso de Oughourlian, pero éste ha hecho caso omiso y ha seguido hablando, apoyado por algunos de los presentes.