La corrupción ha sido siempre una salida fácil con la que zanjar discusiones que merecen un análisis profundo de la cuestión como, por ejemplo, el nivel de gasto público. Muchas veces se argumenta que si lográsemos erradicar la corrupción no solo no habría déficit sino que podría aumentarse el gasto de manera considerable.
Después de años escuchando cosas así no debería extrañarnos que algunos de los dirigentes de Podemos hayan explicado la semana pasada el aumento del gasto del Ayuntamiento de Madrid con un argumento idéntico. Según aseguran, Ahora Madrid ha acabado con la corrupción y esto les ha permitido disparar el gasto, pero con el inconveniente de despertar la ira del corrupto PP que, en represalia, ha decidido intervenir sus cuentas.
Sin embargo, todo este discurso es falso, tanto las razones que tiene el Gobierno para intervenir el Ayuntamiento como el origen del aumento del gasto. En primer lugar, lo que ha hecho Hacienda es aplicar la Ley de estabilidad presupuestaria. Esta norma no fue creada ex profeso tras las últimas elecciones municipales de 2015 para atar de pies y manos a los "ayuntamientos del cambio", sino que se aprobó en 2012 y, de hecho, fue la razón por la que la anterior alcaldesa madrileña, Ana Botella, comenzó a acumular un gran superávit y a amortizar la gran deuda pública del ayuntamiento.
En segundo lugar, el Gobierno no es "hipócrita" por intervenir Madrid, que está reduciendo deuda frente al déficit que todavía registran CCAA y Administración Central, tal y como alega Podemos. La intervención de sus cuentas no tiene nada que ver con la amortización de deuda, sino con el incumplimiento sistemático y deliberado de la regla de gasto que establece la Ley de estabilidad.
El siguiente gráfico ilustra el grado de cumplimiento (+) o incumplimiento (-) de la regla de gasto por el Ayuntamiento desde el año 2013.
Si bien en 2015 registraron un ligero incumplimiento de 17 millones, en cuanto Ahora Madrid tuvo capacidad para influir en el presupuesto -el de 2015 fue elaborado por el PP-, el incumplimiento se disparó pasando de 17 a 233 millones. Y las previsiones de la AIReF indican que el incumplimiento será de 440 millones este año, por lo que también recomiendan la intervención (ver cuadro 6). En Libre Mercado ya advertimos desde la presentación del primer Plan Económico Financiero (PEF) de Ahora Madrid que esto no solo iba a suceder, sino que podría tener consecuencias directas como la intervención o la sostenibilidad financiera del ayuntamiento a largo plazo.
Cómo incrementa el gasto
Una vez desmontada esta parte del discurso, vayamos a la parte del gasto ¿Cómo ha logrado Ahora Madrid incrementarlo? ¿De dónde ha salido el dinero? Lo primero que hay que decir es que la teoría esgrimida por Podemos no dispone ni de un solo dato que la respalde. No existe ninguna prueba ni cuantificación del efecto de la supuesta desaparición de la corrupción en las cuentas municipales.
Lo que sí existe son los datos de superávit y amortización de deuda. Si el nuevo gasto derivase de recortes en partidas que la administración anterior hacía solo para beneficio de sus amigos o si bien es fruto de mayores ingresos disponibles gracias a la inexistencia de mordidas producidas por la corrupción, ni el superávit ni el ritmo de amortización de deuda se verían afectados en absoluto.
Pero los datos, una vez más, nos indican que esto no ha sido ni de lejos lo que ha sucedido. En este gráfico se recoge el superávit del ayuntamiento desde 2015 hasta la estimación de 2017 hecha por el concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato.
El superávit recibido por Carmena y su equipo en 2015 rondaba los 1.400 millones de euros, pero solo en dos años de gestión de Ahora Madrid ha quedado reducido a menos de la mitad. De hecho, la AIReF estima que será ligeramente inferior, quedándose en apenas 622 millones.
Llegados a este punto alguien podría pensar que pese a todo la gestión de estos últimos dos años tiene un pase puesto que están amortizando deuda del gobierno anterior, pero este argumento queda más que desmontado en este artículo del concejal de Cs Miguel Ángel Redondo, donde se aportan datos que demuestran que el ritmo de amortización de deuda se ha reducido a la mitad, al estilo de lo sucedido con el superávit madrileño.
En suma, no hay tal milagro económico ni fiscal fruto de la capacidad gestora de Ahora Madrid. Lo que sucede es que, simplemente, están gastando más de lo que la regla de gasto les permite, acabando así con el superávit de la ciudad y con el ritmo de amortización de deuda del gobierno anterior.