La figura de Sánchez Mato ha estado en el ojo del huracán desde su llegada al área de Economía y Hacienda. Pese a su discurso hostil contra el capitalismo y favorable a las tesis marxistas, ha trascendido que fue directivo de una empresa que aplicó un ERE a decenas de trabajadores. También sabemos que dicha compañía llegó a endeudarse con más de 25 bancos, si bien la gestión de Sánchez Mato y el resto del equipo gestor terminó llevando a la quiebra a dicha sociedad.
Ya en el Ayuntamiento, Sánchez Mato protagonizó una conferencia en la que varios periodistas fueron insultados por sus seguidores. Entonces, el edil de Ahora Madrid se declaró en guerra con Libertad Digital, acusando a este diario de "defender los intereses de las élites". Era el primero de muchos ataques a los medios independientes que no aplauden su gestión en el consistorio.
El político, vinculado a Izquierda Unida, puso encima de la mesa la posibilidad de impagar la deuda municipal, aunque fue desautorizado por la alcaldesa Manuela Carmena. Además, defendió la introducción de una tasa turística, aunque la regidora volvió a darle la espalda. Incluso concurrió a las elecciones con un programa que hablaba de impulsar la banca pública a nivel municipal, si bien esta medida fue igualmente descartada. También habló Sánchez Mato de acabar con la gestión privada de la limpieza, pero el Ayuntamiento ha terminado renovando el contrato con las empresas concesionarias.
Donde sí se venía saliendo con la suya Sánchez Mato era en la política fiscal. Forzó el cese de la anterior Interventora. Aumentó los impuestos por un monto cercano a los 200 millones de euros. Redujo un 45% el superávit heredado de los gobiernos de Ana Botella. En cuanto al gasto, a finales del pasado año, el delegado de Economía y Hacienda admitió que no ejecutaría el 40% de las inversiones anunciadas pero, a última hora, redondeó las cifras de inversión municipal comprando un edificio por más de 100 millones de euros. Desde entonces, su enfrentamiento con Hacienda ha ido a más, dejándole en una posición muy precaria ante la alcaldesa Carmena, con quien tiene una relación muy tensa desde finales de 2016.
El presente ejercicio ha sido especialmente convulso para el político de Izquierda Unida. Por un lado, está siendo investigado por tres presuntos delitos: malversación de fondos públicos, prevaricación y delito societario. Por otro lado, ha sido ridiculizado por afirmar que en la "hermosa Revolución Rusa apenas murieron cinco personas". Todo coronado con la decisión del ministerio de Hacienda de intervenir las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, que además ha supuesto la defenestración definitiva de Sánchez Mato, reemplazado por la Interventora como interlocutor de la alcaldesa Carmena y del ministerio de Hacienda. El colofón a una trayectoria política errática, llena de escándalos y fracasos.