Los contribuyentes han soportado una parte significativa de las medidas de ajuste tomadas en España desde el estallido de la Gran Recesión. Los gobiernos de Zapatero y Rajoy han aumentado gravámenes directos como el IRPF e indirectos como el IVA. También han subido gravámenes como el Impuesto de Sociedades o tributos como los recargos especiales al tabaco y el alcohol.
Desde 2015, con la economía en vías de recuperación, las subidas de impuestos parecían haberse contenido. De hecho, el gobierno del PP aprobó una rebaja del IRPF que rectificó parcialmente los aumentos de la fiscalidad desarrollados entre 2012 y 2014. En la misma línea van los acuerdos de gobierno suscritos por los populares y Ciudadanos, que contemplan varias promesas de reducir los tributos soportados por las clases medias.
Pero en el PSOE no opinan lo mismo. De hecho, los miembros del Comité Federal van a discutir próximamente un documento que plantea una reforma fiscal orientada a elevar la recaudación de Hacienda de forma significativa. Según ha informado Servimedia, la propuesta ha sido elaborada por el área de Economía, dirigida por Manuel Escudero.
Los socialistas creen que es necesario plantear "una alternativa solvente" en clave fiscal. En Ferraz hablan de "introducir una alternativa progresista de izquierda, que recoja todo lo que el PSOE considera como auténticas prioridades, en el ámbito de los ingresos y también del gasto". De hecho, el equipo de Pedro Sánchez ha avalado el documento con una carta al Comité Federal que define la propuesta como "un estupendo trabajo, fruto del esfuerzo colectivo".
30.000 millones más
El partido del puño y la rosa apunta que "España tiene un problema de déficit estructural, sino no por un gasto excesivo sino por unos ingresos insuficientes". Para evitar que esta situación persista, en Ferraz proponen "una reforma fiscal que de al erario público una capacidad recaudatoria extra en torno a 30.000 millones de euros".
Por un lado, se propone "la convergencia de tratamiento que da el IRPF a las rentas del trabajo y del capital". En la actualidad, los tipos del IRPF aplicados a las rentas del trabajo va del 19,5% al 46%, mientras que las tasas que gravan el ahorro oscilan entre el 19% y el 23%. Por tanto, el PSOE apunta a un fuerte aumento de los tributos que gravan el ahorro de las familias.
La propuesta también pone encima de la mesa un nuevo aumento del Impuesto de Sociedades, así como un incremento de la fiscalidad verde centrado en recaudar más de rentas medias y altas. Por último, el PSOE quiere obtener más recursos por la vía del Impuesto de Sucesiones y también mediante la aplicación del Impuesto de Patrimonio, si bien el documento no desarrolla medidas concretas sobre estos dos gravámenes.