La última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al tercer trimestre, ha arrojado un resultado muy positivo. Si bien es cierto que el ritmo de creación de empleo se ha ralentizado algo en comparación con el trimestre previo (1,25% frente al 2% anterior), en línea con lo observado en los últimos meses, España mantiene una firme y positiva senda en materia laboral.
Prueba de ello es que la economía nacional generó 235.900 puestos de trabajo entre julio y septiembre, el mejor registro en un tercer trimestre desde 2005, en plena burbuja inmobiliaria, hasta un total de 19.049.200 ocupados, el nivel más alto desde el tercer trimestre de 2009.
Asimismo, la ocupación aumentó en 521.700 personas en los últimos doce meses, a un ritmo del 2,8% interanual, similar al del trimestre anterior.
Y lo más importante es que este avance laboral no responde a factores coyunturales, ya que, una vez eliminado el efecto estacional, el empleo también crece un 0,75% con respecto al trimestre previo, al mayor ritmo desde el inicio de la crisis.
Como consecuencia, si se amplía la perspectiva temporal, se observa que España ya ha recuperado casi el 60% del empleo destruido desde el estallido de la burbuja crediticia. Desde mediados de 2007 a principios de 2013, España perdió más de 3,6 millones de empleos, pero, desde entonces, ha recuperado 2,1 millones, seis de cada diez puestos desaparecidos, según la EPA.
Otra forma de verlo es que, hasta el momento, la economía española ha recuperado casi todo el empleo destruido desde el verano de 2009. Pese a todo, todavía quedarían 1,7 millones de puestos pendientes de generar para alcanzar el récord de 20,75 millones de empleos registrados en el tercer trimestre de 2007.
La evolución del paro arroja un balance igualmente positivo. El desempleo bajó en 182.600 personas en el tercer trimestre, un volumen inferior al del mismo período de los tres años previos, hasta un total de 3.731.700 personas, su cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2008.
Pese a ello, el ritmo de caída interanual se situó en el 13,6%, con un descenso de 589.100 parados.
El desempleo llegó a aumentar en 4,5 millones de parados desde el inicio de la crisis hasta principios de 2013, pero, desde entonces, el paro se ha reducido en 2,5 millones de personas, con lo que ya se ha eliminado cerca del 56% del desempleo surgido desde el estallido de la burbuja.
Por último, la tasa de paro se redujo ocho décimas entre julio y septiembre hasta el 16,4%, a pesar del aumento inesperado de la población activa en 53.300 personas. Desde su nivel máximo en el primer trimestre de 2013, cuando rozó el 27%, la tasa ha descendido en 9,5 puntos (-35%).