El año 2017 estaba siendo un buen año para el sector hotelero de Cataluña. Según la Encuesta de Clima Turístico Empresarial que elabora EXCELTUR, el 55% de los hoteles esperaban que la ocupación aumentase en la segunda mitad del año, frente a un 29% de los establecimientos que veía posible repetir los números de 2016.
Los atentados del 17 de agosto en Las Ramblas tuvieron un impacto negativo en el 42% de las empresas turísticas. Pese a este golpe, el 77% de las caídas fueron inferiores al 5%. De hecho, tres de cada cuatro negocios que reconocieron un cambio a peor en los días que siguieron a los ataques manifestaron que la caída había quedado atrás en apenas unas semanas.
Pero esa tendencia se ha roto en los meses de septiembre y octubre. De hecho, a raíz del referéndum ilegal de independencia que tuvo lugar el pasado 1 de octubre, EXCELTUR ha detectado una preocupante tendencia en el sector hotelero catalán. De momento, Cataluña ha experimentado un desplome del 20% en las reservas turísticas. Peor aún, se espera una caída adicional de 10 puntos porcentuales, hasta llegar a un descenso del 30%.
Un desplome de 1.796 millones
Según el informe de la Alianza para la Excelencia Turística, al que ha tenido acceso Libre Mercado, la caída esperada para el cuarto trimestre del año afecta principalmente a la provincia de Barcelona. En suma, el golpe al turismo que se deriva de la inestabilidad política supone un descenso del volumen de negocio que puede llegar a los 1.796 millones de euros.
"El deterioro económico es impredecible y los efectos inducidos son muy negativos para un sector que constituye la principal actividad económica de Cataluña y que da trabajo a más de 405.000 personas", apunta el informe de EXCELTUR. Un auténtico aviso a navegantes, que pone de manifiesto el peligro para el empleo que supone el desafío independentista.
Analizando la situación en clave nacional, el documento explica que "la creciente inestabilidad derivada del 1-O afecta sólo a la demanda turística de Cataluña, pero el peso de esta comunidad autónoma sobre el conjunto del sector turístico español implica que el descenso del 20% que ya se ha constatado puede reducir un punto al aumento interanual del PIB turístico español. En consecuencia, el avance en 2017 sería del 3,1% frente al 4,1% que estaba proyectado".
Reunión con Ada Colau
El pasado 17 de octubre, el Ayuntamiento de Barcelona acogió un encuentro entre el equipo de gobierno municipal y diversos representantes del tejido productivo de la Ciudad Condal. Según las cifras que manejan los empresarios de la restauración y el turismo, la caída de la actividad oscila entre el 30% y el 40%. Durante el encuentro, diversos gremios expusieron a la alcaldesa Ada Colau el profundo golpe que están sufriendo sus ventas.