Sigue el enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Madrid y el ministerio de Hacienda a cuenta de los incumplimientos de la Regla de Gasto en que ha incurrido el gobierno de Manuela Carmena. Todo empieza en 2015, con un desfase presupuestario de casi 17 millones de euros. Aquello era solo el comienzo: un año después, en 2016, el gasto del consistorio superó los niveles permitidos en 233 millones de euros.
Ante los reiterados incumplimientos del gobierno madrileño, el ministerio de Hacienda tomó cartas en el asunto. El 7 de abril, su Secretaría General de Financiación Autonómica y Local denegó la aprobación del Plan Económico-Financiero presentado por Carlos Sánchez Mato, el polémico delegado de Economía del Ayuntamiento. Desde entonces, el enfrentamiento del equipo de Ahora Madrid con el ministerio que dirige Cristóbal Montoro ha llegado incluso a los tribunales.
El recurso, presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, argumenta que el político comunista pretende saltarse de nuevo la Regla de Gasto, a base de aprobar los recortes exigidos en algunas partidas pero compensar dichos ajustes con aumentos equivalentes de gasto en otros capítulos del presupuesto.
El 14 de septiembre, el Ayuntamiento recibió un nuevo requerimiento de Montoro, que exige al gobierno de la Villa y Corte la reformulación de su Plan Económico-Financiero, orientada a corregir los excesos de gasto de los últimos años. La propia documentación del Ayuntamiento explica cuáles han sido las causas de los incumplimientos de gasto, entre las que destaca la polémica adquisición del edificio sito en el número 45 de la calle Alcalá, una operación valorada en 104 millones de euros.
Reducción de gasto por encima de los 720 millones
Libre Mercado ha tenido acceso a diversos documentos municipales que destapan los ingredientes centrales del nuevo Plan Económico-Financiero, que se debatirá durante esta semana en el Pleno del Ayuntamiento.
Los informes de la Intervención confirman que la situación de tesorería del Ayuntamiento es muy favorable, de modo que la política de superávit fiscal instaurada por Ana Botella seguiría, en gran medida, en pie. Así, este año 2017 va a cerrar con una recaudación de 4.785 millones, 82 millones más de lo presupuestado. Esto permite que el superávit de 2017 esperado para el presente curso llegue a los 878 millones de euros, mientras que el de 2018 llegaría a 1.020 millones de euros.
Sin embargo, el documento reconoce también que el gobierno de Carmena se ve obligado a cumplir con la Regla de Gasto, por lo que anuncia que va a aplicar un ajuste de 351 millones de euros. Esto supone un tajo del 7,26% en comparación con el Plan Económico-Financiero que se presentó a comienzos de año. Los recortes llegarían en todos los ámbitos: 91 millones menos en inversiones reales, 77 millones menos en gastos de bienes corrientes y servicios, 66 millones menos en transferencias corrientes, 48 millones menos en transferencias de capital…
Para 2018, el Ayuntamiento anuncia un recorte similar, esta vez valorado en 371 millones, lo que supone un recorte del 7,28%. Las inversiones reales caerían en 187 millones y las transferencias corrientes bajarían en 130 millones.
"No habrá recortes"
Cabe recordar que el pasado 1 de marzo, en cuanto se empezó a barajar la posibilidad de que Hacienda rechazase el Plan Económico-Financiero del Ayuntamiento, Sánchez Mato anunció públicamente que "no habrá recortes". El político de Izquierda Unida y encargado de las finanzas de la capital reiteró este compromiso el 21 de marzo, durante la reunión la Comisión de Economía y Hacienda. Sin embargo, el ajuste de 351 millones en 2017 y el de 371 millones en 2018 suponen un tajo de 722 millones de euros.
Está por ver si el gobierno municipal ejecutará, en efecto, el recorte pertinente para corregir los excesos de gasto o si, como hemos visto en 2016 y 2017, los anuncios remitidos al ministerio de Hacienda se convertirán en papel mojado a la hora de ejecutar los presupuestos y aplicar de forma efectiva lo anunciado. El recurso presentado ante el TSJM confirma el hartazgo de Montoro con las artimañas de Sánchez Mato, de modo que la reacción ante nuevos incumplimientos podría ser más dura.
De hecho, fuentes consultadas este diario confirman que el ministerio de Hacienda ha recibido con escepticismo las primeras informaciones sobre los planes fiscales del Ayuntamiento para 2017-2018. Aunque Sánchez Mato anuncia un ajuste de 722 millones, la experiencia de los últimos años invita a pensar que el consistorio buscará fórmulas para seguir gastando por encima de lo permitido.
Es por eso que no se descarta el refuerzo de las medidas de control que puede adoptar Montoro, en el marco de la Ley de Transparencia y la Ley de Estabilidad Presupuestaria. De hecho, Hacienda tomó nota del último informe elaborado por la AIREF, que analiza los datos reales de ejecución del gasto y anticipa que Sánchez Mato tiene previsto "fundirse" el 44% del superávit municipal.