Las grandes empresas huyen de Cataluña ante la inminente declaración de independencia por parte de la Generalidad. La firma biotecnológica Oryzon Genomics dio el pistoletazo de salida el pasado lunes, aunque el éxodo se intensificó entre el jueves y el viernes.
Banco Sadabell, Gas Natural y Caixabank han sido los pesos pesados de este efecto dominó, que se ha saldado con la huida de una larga lista de empresas cotizadas y con sus acciones disparadas en bolsa.
Y es que llevar a cabo un cambio de domicilio social, "el lugar donde una empresa realiza la gestión y dirección de su actividad", tiene varias implicaciones destacables para las compañías, sobre todo, para las entidades financieras. En el caso de los bancos, la clave está en que con el cambio de sede se aseguran seguir estando bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE), lo que significa que la entidad que preside Mario Draghi les seguiría asistiendo con la liquidez necesaria.
Aunque también hay aspectos que no cambian cuando se produce una modificación del domicilio social. Por ejemplo, el traslado de sede no implica el movimiento físico de las oficinas o de los empleados, que pueden seguir trabajando desde cualquier parte de España.
En materia fiscal, los principales gravámenes, que son el Impuesto de Sociedades y el IRPF, al ser estatales, tampoco sufrirían ninguna modificación con el traslado. Eso sí, las compañías dejarían de pagar por los impuestos autonómicos y locales catalanes, como el Impuesto de Actividades Económicas o el del de Transmisiones Patrimoniales. Por el lado de estos tributos, y en el caso de las grandes empresas catalanas, su marcha supondría la pérdida de una cuantiosa suma que pasaría a ingresar otra región. Una empresa puede tener una ubicación social y fiscal distinta.
No es necesaria la junta de accionistas
El Gobierno aprobó el viernes un real decreto ley para que las empresas puedan cambiar su domicilio social sin necesidad de contar con el visto bueno de la junta de accionistas, lo que facilitará la salida de Cataluña de empresas como Caixabank.
Hasta ahora, los órganos de administración de las compañías tenían poder de decidir el cambio de domicilio de sus empresas, salvo que sus estatutos exigieran el visto bueno de la junta de accionistas, como era el caso de Caixabank, aunque gracias a esta fórmula exprés el banco ha conseguido marcharse a Valencia.
En Cataluña hay 608.981 empresas, de los 3,3 millones que suma el total nacional. La mayoría de ellas son micropymes (579.588), seguidas de las pymes (23.934), medianas (4.247) y grandes (1.212).