El separatismo golpea con fuerza al sector turístico de Cataluña. Ante la inminente declaración de independencia por parte de la Generalidad, los cruceros empiezan a desviarse de Barcelona para evitarle cualquier situación conflictiva a sus clientes.
El próximo 12 de octubre el crucero Mein Schiff 3 tenía prevista su llegada a la Ciudad Condal, pero su propietaria, Tui Cruises, ha cambiado su ruta y ha elegido Valencia para atracar, según recoge el digital de Levante-EMV. "Atracará en la capital del Túria el día de la Hispanidad para evitar a sus pasajeros cualquier tensión que se pueda generar a lo largo de esa jornada", apuntan.
No es la primera vez que esta compañía solicita un cambio de destino tras la escalada independentista. Los días 1 y 3 de octubre también desvió los buques Mein Schiff 3 y 5 de Barcelona a Valencia. En esas fechas tenía lugar el referéndum ilegal y la huelga general en Cataluña.
Los cruceros no es la única categoría turística que se está resintiendo en la región de Puigdemont. Ayer jueves, representantes de cadenas hoteleras que operan en Cataluña detectaban una caída de las reservas y de la demanda "relevante" y con "efecto inmediato", tras el referéndum ilegal del 1-0 y días posteriores, además de constatar "algunas cancelaciones de cierto calado". Calificaban la situación de "preocupante".
En la misma línea de los hoteleros ha ido la Mesa del Turismo, una asociación empresarial que agrupa a representantes de distintos segmentos del sector. Esta asociación también ha alertado de las "gravísimas consecuencias" del proceso de secesión en Cataluña para la actividad turística.