Tras los meses de julio y agosto con un débil crecimiento del empleo, los registros de afiliaciones a la Seguridad Social en septiembre han superado las previsiones, con un incremento mensual de 26.000 personas, frente al descenso estimado de 15.000.
Corregidos los datos de la estacionalidad, el crecimiento en septiembre es sensiblemente superior al de julio y agosto, con un incremento de 58.000 afiliaciones, en comparación con un promedio de 36.000 de los dos meses anteriores. La tasa de crecimiento es del 0,32% intermensual, un ritmo que no se observaba desde el periodo comprendido entre marzo y mayo, y rompe una serie de cuatro meses donde el crecimiento de cada mes era inferior al del anterior. Este positivo registro se debe a la aportación de los servicios, en particular hay una mayor contribución de la hostelería y, en menor medida, de la construcción.
Una tendencia que se consolida en los últimos años es el mayor crecimiento del empleo asalariado que el de por cuenta propia. Si en 2014 la relación entre asalariados y trabajadores por cuenta propia era de 4,3, en la actualidad se ha incrementado hasta 4,7 veces.
Dentro de los asalariados, en este periodo de recuperación del empleo se observa un incremento de la temporalidad. Si en 2014 la proporción de asalariados con un contrato indefinido sobre uno temporal era de 2,5 veces, en 2017 la relación se ha reducido hasta 2,1.
Los datos de afiliaciones nos indican que la recuperación del empleo se sustenta en los asalariados, con un especial impacto de la temporalidad.
El empleo crece, pero a un menor ritmo
Sin embargo, pese al mayor dinamismo laboral en septiembre, el crecimiento del empleo en el tercer trimestre del año es del 0,7%, cinco décimas menos que en el periodo anterior. De todas formas, el crecimiento entre los meses de julio y septiembre es claramente superior al promedio histórico de los últimos 35 años, situado en el 0,4%.
Esta desaceleración del empleo anticipa un menor crecimiento de la economía, cuya tasa de crecimiento del PIB pasaría del 0,9% del segundo trimestre al 0,8% en el tercero. El positivo registro de empleo en septiembre sí podría anticipar una ligera mejora del PIB en el último trimestre del año, que, redondeado en un decimal, apuntaría repetir el 0,8% del tercer trimestre. De todas formas, conviene mantener la cautela, dado que el buen dato de septiembre toma como base dos flojos registros en los meses anteriores.
Los próximos meses servirán para confirmar qué tendencia toma la economía no sólo en el final del año, sino de cara a 2018.
