El presidente de la Asociación de Inspectores del Banco de España, Pedro Luis Sánchez Ruiz, ha criticado los sistemas institucionales de protección (SIP) –mecanismo de intervención de entidades financieras conocido como 'fusión fría'– por sus "desastrosos resultados" y ha destacado que no les consta que, para ejecutarlas, se realizara previamente un análisis de fusión.
Durante su comparecencia este martes ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro, Sánchez Ruiz ha dicho que este mecanismo tenía "en la misma concepción errores de bulto" y cree que "fusionar o cuasifusionar entidades con problemas" no fue "una buena herramienta" para reestructurar el sistema financiero.
A pesar de que, para realizar estas operaciones debía analizarse si la constitución de una nueva institución iba a contribuir a la estabilidad del sistema, el representante de los inspectores del Banco de España ha asegurado que no consta que así se hiciera, ni en el caso de BFA-Bankia ni en ninguna otra fusión. Por ello, ha instado a los diputados a solicitar tal documentación, así como los correos electrónicos de los inspectores donde dejan "constancia de preocupaciones" por este tipo de actuaciones.
El caso de BFA-Bankia
Respecto a la intervención del grupo BFA-Bankia, Sánchez Ruiz ha dicho que, pese a que no fue el más relevante en porcentaje de ayudas, lo ocurrido "puede ilustrar muy bien sobre las cosas que ocurrieron" durante la crisis económica y la actuación de los gestores durante la crisis.
Así, ha dicho que durante la agrupación de las entidades, se optó por reconocer el deterioro de los activos no contra la cuenta de resultados sino en las cuentas de reservas, lo que no reflejó una "imagen fiel" del valor de la compañía. Todo ello, para evitar que se hubiera considerado ayudas estatales a nivel europeo. Esto tuvo como consecuencia, por ejemplo, que se repartieron más de 100 millones de euros a los gestores de las entidades en remuneración variable, ha dicho.
La salida a Bolsa, desaconsejada por el equipo de inspección del Banco de España de forma "encarecida", ha dicho, se realizó con la "inconsistencia irrelevante" de valorar el precio de las acciones con un descuento del 75% de lo que reflejaba las propias cuentas de la entidad. Más aún, el presidente de los inspectores ha llegado a decir que las provisiones con las que salió al mercado de valores estaban "pintadas", pues cree la cantidad de provisiones para insolvencias de 6.913 millones de euros con las que aseguraba contar Bankia en su folleto era "imposible" de acumular en los meses previos.
No hubo dimisiones, sino ascensos
Por otro lado, ha criticado que no se asumieran responsabilidades desde la dirección del Banco de España en forma de dimisiones –"incluso se produjeron promociones y ascensos a muchos de los implicados en supervisión", ha criticado– y el papel del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria en el proceso judicial por la salida a Bolsa de la entidad.
Así, ha calificado como "hecho de enorme gravedad" que desde esta institución se encargara un informe "teóricamente avalando la contabilidad del grupo BFA-Bankia", ya que "en aquel momento cuatro miembros de la junta rectora de FROB eran altos cargos del Banco de España". "Se estaban pidiendo un informe a sí mismos", ha criticado.