Si en 2014 fue Escocia la que, a través de un referéndum legal y pactado con Londres, decidió rechazar la posibilidad de independizarse de Reino Unido, ahora es Cataluña la región que, previa celebración de una consulta ilegal, amenaza con romper con el resto de España mediante una declaración de independencia.
Aunque el proyecto secesionista catalán vulnera el marco de la Constitución y carece de apoyos a nivel internacional, constituye un nuevo dolor de cabeza para otros estados vecinos y las propias autoridades comunitarias, ya que el problema del nacionalismo no afecta tan sólo a España. La UE teme que este tipo de movimientos se reproduzcan en otros países miembro.
Tal y como recoge el siguiente mapa elaborado por la Alianza Libre Europea, una organización no gubernamental en la que participan cerca de 40 partidos y movimientos secesionistas de toda Europa, el nacionalismo afecta a diversas autonomías españolas (Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias y Andalucía), pero también tiene presencia en otras grandes potencias del continente, como Francia, Italia, Reino Unido o Alemania, entre otras.
A continuación, algunos de los casos más destacados:
Baviera (Alemania)
Se trata del mayor estado federal de Alemania y la región más rica del país, con una población de casi 13 millones de personas. Su nombre oficial, sin embargo, es Estado Libre de Baviera. Aunque son pocos los que defienden la secesión de esta región, piden mayor autonomía a nivel financiero, ya que los bávaros son los que más aportan a la caja común del Estado alemán.
Córcega (Francia)
Esta isla, la cuarta más grande del Mediterráneo, forma parte de Francia desde mediados del siglo XVIII. A partir de la década de 1970, el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC) protagonizó numerosos atentados, pero, posteriormente, abandonó la actividad terrorista y se escindió, dando lugar a diversos partidos y grupos de corte nacionalista.
Flandes (Bélgica)
Las tensiones entre la comunidad flamenca y la valona (francófonos) existen desde hace décadas. El partido nacionalista flamenco (N-VA) no renuncia a la secesión de este territorio, que, además de concentrar casi la mitad de la población belga, ostenta la mayor parte de la riqueza del país.
"Padania" (Italia)
El movimiento secesionista surgido en el norte de Italia, la región más rica del país, nació de la mano del partido Liga Norte en los años 90 con el objetivo de crear una una nueva región autónoma bajo el nombre de Padania. En la actualidad, esta formación es de corte más federalista que independentista tras participar en varias legislaturas como socio de gobierno de Silvio Berlusconi, aunque, al menos sobre el papel, no han renunciado del todo a su objetivo inicial de independencia. Además, se declaran abiertamente antieuropeístas y populistas.
Tirol del Sur (Italia)
La paradoja de esta provincia situada en los Alpes, la más rica de Italia, es que, siendo italianos, hablan alemán y desean ser austriacos. Perteneció al Imperio Austro-Húngaro, pero fue anexionada a Italia tras la Primera Guerra Mundial. Aunque cuenta con cierta autonomía política, idiomática e incluso fiscal, la grave crisis económica que ha sufrido Italia en los últimos años ha insuflado vida a un minoritario movimiento separatista que encabeza la Federación Histórica de Fusileros del Tirol del Sur, cuya pretensión es lograr la reunificación con la provincia de Tirol del Norte, en Austria.
Groenlandia (Dinamarca)
Esta región autónoma perteneciente al Reino de Dinamarca también aspira a la secesión, aunque sus defensores son conscientes de que se trata de un plan a largo plazo. Tras lograr la autonomía en 1979, el Gobierno danés le transfirió la mayor parte de sus competencias en 2008. Vive, básicamente, de la pesca.