Abengoa consiguió terminar el primer semestre del ejercicio con un beneficio neto de 4.906 millones de euros, frente a los 3.689 millones de pérdidas en el mismo periodo de 2016, gracias a los efectos de la reestructuración financiera acometida por el grupo, que le supuso una inyección de 5.814 millones.
Según un hecho relevante enviado esta noche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), este resultado positivo proviene de la quita de deuda y las ampliaciones de capital previstas en el contrato de reestructuración, y compensa en gran medida las pérdidas reconocidas al cierre del ejercicio pasado.
La reestructuración financiera del grupo ha implicado una reducción significativa en el endeudamiento financiero bruto consolidado, que ha pasado de 12.258 millones de euros a cierre del ejercicio 2016 a 5.578 millones de euros a 30 de junio de 2017. De estos 5.578 millones de euros de endeudamiento financiero bruto, 2.065 millones corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta.
Durante el primer semestre del ejercicio, Abengoa ha registrado ventas por importe de 691 millones y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 16 millones. Ambas cifras excluyen el impacto de la actividad de bioenergía y de las concesiones de las líneas de transmisión de Brasil.
Durante ese periodo, Abengoa ha incurrido además en gastos relacionados con el proceso de reestructuración financiera de, entre otros, provisiones de coste de construcción y servicios profesionales independientes por importe de 101 millones de euros, frente a las pérdidas de 59 millones de un año antes.