El pasado mes de junio se cumplieron 40 años de la celebración de las primeras elecciones democráticas en España tras el fin de la dictadura, cuya celebración dio origen a la posterior Constitución que sigue vigente en nuestros días. Desde entonces, la Transición española ha sido puesta como un ejemplo a nivel internacional y, hasta el momento, también se había convertido en un motivo de orgullo nacional.
Sin embargo, al calor del auge que ha experimentado en los últimos tiempos tanto la extrema izquierda que representa Podemos como los movimientos independentistas, la época de mayor estabilidad política, social y económica de la historia reciente de España es objeto habitual de desprecio y burla por parte de radicales y populistas. Los partidos que pretenden tumbar el "régimen del 78" para iniciar un nuevo proceso constituyente sobre el que construir sus particulares utopías desprecian así los importantes logros alcanzados en estas cuatro décadas.
¿Cuáles? El Círculo de Empresarios resume algunos de los principales hitos en su documento Una España mejor para todos. A nivel económico, por ejemplo, la renta per cápita de los españoles en términos reales -descontada la inflación- se ha duplicado desde 1977, tras pasar de los 17.000 a más de 31.000 dólares constantes, convergiendo desde el 76,1% de la media de la UE al 92% actual.
La incorporación de la mujer al mercado laboral es ya una realidad, puesto que la población activa femenina ha crecido del 28% al 53%. A su vez, el modelo productivo se ha terciarizado, como en el resto de las economías avanzadas, concentrando el sector servicios el 75% del empleo, frente al 42% de 1977. Las exportaciones han aumentado de 13,3% al 33,1% del PIB, destacando el papel de las multinacionales españolas líderes a nivel mundial. La llegada de turistas internacionales ha pasado de 34 a más de 75 millones al año y la inversión extranjera directa ha crecido de apenas 608 millones de dólares a más de 26.700 al año.
Asimismo, la incorporación al proyecto europeo impulsó la atracción de inversión extranjera y dotó a la economía española de una mayor estabilidad de precios y de tipos de interés. La inflación ronda hoy el 1,5% frente al 26,3% existente en 1977, mientras que los tipos de interés presentan tasas negativas frente a la media del 22% de hace cuarenta años.
La población total, por su parte, ha crecido en cerca de 10 millones de personas, los inmigrantes en casi 4,4 millones, la esperanza de vida ha aumentado en cerca de nueve años, hasta rozar los 83, al tiempo que la mortalidad infantil y el analfabetismo se han reducido de forma drástica y los universitarios se han disparado del 3,6% al 28,2% de la población mayor de 16 años, entre otros avances, tal y como muestra el siguiente cuadro.
Todo ello ha sido posible gracias a la configuración de un marco político e institucional que, pese a sus defectos y errores, ha propiciado el período de mayor estabilidad política, social y económica de España en mucho tiempo. "Cualquier comparación con la época de la Restauración o con la Segunda República -cuando garantías y derechos constitucionales quedaban tan frecuentemente en suspenso para afrontar conflictos políticos y turbulencias sociales- aún pone más de manifiesto la exitosa continuidad ahora conseguida", según destaca el Círculo de Empresarios.
Valga como ejemplo la siguiente comparación ilustrativa:
- En los 40 años transcurridos de democracia, España ha tenido un total de seis presidentes de Gobierno, mientras que la Segunda República, entre la primavera de 1931 y el verano de 1936, en apenas cinco años, conoció nueve, repitiendo mandato más de uno en diferentes momentos.
- Asimismo, durante los 21 años que transcurren entre el comienzo del reinado de Alfonso XIII (1902) y la Dictadura de Primo de Rivera (1923) la presidencia del Gobierno cambió 33 veces de titular, registrándose, además, 44 cambios en la cartera de Hacienda frente a sólo 10 entre 1977 y 2017.
España también ha registrado una gran estabilidad social, con una conflictividad comparativamente escasa desde la mitad de los años 80, tanto en las fases de auge económico como en las de recesión, así como una relativa estabilidad económica, donde "la cultura de empresa y la legitimación social del empresario han ganado posiciones gradualmente en la España democrática", añade el Círculo.
Estos 40 años demuestran, en definitiva, que "España es un caso de éxito". Se mire por donde se mire, la generación actual de españoles es, con mucho, la que disfruta de una mejor calidad de vida, y esta época de estabilidad y prosperidad se ha construido bajo el "régimen del 78" que tanto minusvaloran y critican ciertas formaciones políticas.