La recuperación económica le sienta bien a las arcas públicas. Sin necesidad de subir impuestos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está cosechando importantes aumentos en los ingresos percibidos por la Agencia Tributaria. Para ser precisos, si tomamos el período comprendido entre enero y julio, vemos que los ingresos fiscales han subido un 9,3% en términos homogéneos.
La tendencia es tan pronunciada que no importa qué impuesto tomemos como referencia, ya que todas las grandes figuras tributarias arrojan aumentos recaudatorios. En el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, la subida observada en los siete primeros meses del año es del 7,1%. Este fuerte aumento contrasta con los datos para 2016, un año en el que la recaudación del IRPF se mantuvo "plana" y no hubo aumento ni pérdida de ingresos.
Más fuerte es la subida de los ingresos tributarios homogéneos derivados del Impuesto de Sociedades. La recaudación del gravamen empresarial por excelencia ha crecido de manera sistemática en los últimos años, con un repunte del 15,7% en 2015 y una subida del 3,9% en 2016. Pero estas subidas se quedan en nada si las comparamos con el espectacular crecimiento de la recaudación que se está observando en 2017. Y es que, tras las medidas introducidas por el ministro Montoro, los ingresos están subiendo a una tasa de variación anual del 56,3%.
También nos topamos con un aumento recaudatorio pronunciado en el Impuesto sobre el Valor Añadido. Los tipos de dicho gravamen indirecto se han mantenido constantes tras la subida de 2012, pero la recuperación de la demanda interna ha favorecido un fuerte aumento recaudatorio, al hilo de un mayor consumo por parte de los hogares españoles. Así, el IVA recaudó un 6,6% más en 2015 y un 3% más en 2016, pero los datos para 2017 son aún más elevados, ya que la cifra de recaudación homogénea para enero-julio apunta a una subida del 9,3% en términos anuales.
Incluso si nos fijamos en las figuras tributarias de menor relevancia podemos comprobar que Montoro está haciendo caja. Los impuestos especiales, por ejemplo, suben un 1,8% en los siete primeros meses de 2017, tras aumentar un 1,9% en 2015 y un 1% en 2016. El resto de tributos también aumenta sus cifras de recaudación, con un repunte del 6% que resulta inferior al 14,9% de 2015, pero superior a la caída del 0,9% registrada el pasado 2016.
Pero el informe de la Agencia Tributaria también nos permite explorar otros aspectos de la fiscalidad. Por ejemplo, se incluye un desglose de la recaudación tributaria obtenida de las empresas, diferenciando entre las pymes y las compañías de gran tamaño. Así, a lo largo de 2016, las sociedades de pequeño o mediano tamaño aportaron 43.129 millones de euros en ingresos fiscales, mientras que las grandes dejaron 104.045 millones.
Si nos fijamos en el IVA bruto, vemos que las grandes empresas recaudaron el equivalente a 55.829 millones de euros a lo largo de 2016, frente a los 23.728 millones de las pymes. Por otro lado, si atendemos a los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades, vemos que las firmas de mayor tamaño aportaron 17.420 millones por este concepto, frente a los 2.232 millones que dejaron las pequeñas y medianas empresas en las arcas del Estado.