Amiral Gestion es una gestora pequeña (al menos si se compara con otros gigantes con centenares de empleados y muchos miles de millones en cartera), pero que ya acumula historia. Y de la buena. Sextant PEA, su fondo estrella de renta variable, ha obtenido un 16,25% anualizado desde 2002 neto de comisiones. Un partícipe que se hubiera unido a ellos en aquel momento y no hubiera tocado su dinero habría multiplicado por diez su inversión inicial en estos 15 años transcurridos.
François Badelon, su presidente y fundador, presume de que todo el capital de la compañía está en manos de los empleados (es decir, que estos mismos empleados son los dueños), sobre todo concentrado en los gestores de los fondos. No sólo eso, estos mismos empleados tienen invertidos más de 45 millones de euros de su ahorro en los fondos de la gestora. "Es una doble alineación de intereses", nos comentó durante la entrevista que Libre Mercado le hizo en Madrid hace unas semanas. Por un lado, asegura, les preocupa que la gestora vaya bien porque son sus propietarios y, por otro, quieren que los fondos sean rentables porque son sus partícipes.
Como casi todos los grandes inversores value Badelon no tiene demasiada pinta de gestor de fondos. A primera vista podría pasar por profesor de literatura de instituto francés. Tranquilo, muy educado, cauto en sus respuestas. Ni en la forma ni en el fondo se parece a la imagen de tiburón de las finanzas con la que asociamos a los inversores profesionales: sin corbata, con expresión tranquila, con un discurso más centrado en su filosofía de inversión que en las cifras logradas en el pasado y sin apenas referencias al estado actual de la bolsa, los mercados, la política o el sector financiero.
Desde hace unos años, Amiral, esa pequeña gestora fundada a comienzos de siglo, ha ido creciendo y ahora se está expandiendo por España. Badelon asegura que su principal activo y su carta de presentación favorita son las fotos de sus 33 empleados (en total, la gran mayoría siguen residiendo en Francia), de los que 20 forman el equipo que gestiona los algo más de 3.000 millones que les han depositado sus partícipes. Es una cifra pequeña. Pero no aspiran a más. De hecho, presumen de haber sido la primera gestora en España en cerrar un fondo tras alcanzar este la cifra máxima a la que aspiraban. También presumen de otro dato: ningún inversor que haya permanecido con ellos al menos cuatro años ha perdido dinero, no importa cual haya sido su fecha de entrada o salida en el fondo.
Libre Mercado - Ustedes son una de las gestoras de value investing más reconocidas de Francia. Ahora llegan a España. Y lo primero que me gustaría es que nos explicase qué es para usted "ser value", porque ahora parece que está de moda y todo el mundo dice que es value...
François Badelon - Es una pregunta importante. Quizás si todo el mundo es ahora inversor value nosotros ya no seremos value... (risas). O más bien tendremos que encontrar una nueva expresión para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, pero con otro nombre.
- Sí, es cierto que una de las claves del value es ir un poco a contracorriente. Por eso, la idea de un value en el que todo el mundo hace lo mismo es contradictoria. Por eso, lo preguntaré de otra manera: ¿cómo distinguir a un verdadero inversor value de otro que dice que lo es sólo por moda o por ganar clientes?
- Un buen inversor value es uno que conoce bien sus propios límites, que sabe definir su círculo de competencia y que, sobre todo, sabe lo que no sabe. Y sabe que sabe poco. Tiene la experiencia de la dificultad. También podemos hablar de comprar barato, entender la empresa... Todo esto también es básico y nos parecía increíble cuando lo leímos hace 20 años. Ahora parece muy básico, pero sigue siendo importante. Pero al final el inversor value es alguien que sabe definir el valor de algo. Por ejemplo, yo podría ser capaz de ser inversor value en temas inmobiliarios si soy capaz de decir 'Este apartamento vale tanto'. También puedes encontrarlo en el arte: es difícil, pero puedes hacerlo si conoces muy bien el mercado y puedes calcular el precio de un cuadro.
- Entiendo. Dentro de ese ecosistema de gestoras value que están naciendo y desarrollándose ahora mismo, ¿cuál es la peculiaridad de Amiral? Ustedes se definen como una gestora boutique, ¿cuál es su sello distintivo?
- Para mí, al final siempre está la calidad de la gente, el team. La diferencia entre Amiral Gestión y otros es la gente que hay dentro de la empresa. Luego, además, otra diferencia es que nosotros quizás tenemos una mente más abierta para construir este team. Yo no pienso que por haber llegado el primero soy el mejor del mundo y puedo hacerlo todo. En realidad, lo que pensé es que esto era muy difícil, que no podía hacerlo yo solo y que tenía que construir un team. La diferencia es la creencia en la inteligencia colectiva: nos los creemos de verdad. No somos superstars. Si eres Warren Buffett y lo tienes todo en tu mente quizás no necesitas esa inteligencia colectiva. Nosotros sí lo necesitamos. Parece algo tan básico como el value investing, pero es muy difícil.
- Volvamos un poco a la actualidad, a algo más concreto. ¿Dónde cree Amiral que puede haber oportunidades de inversión ahora mismo?
- Tampoco hay que ser genial en esto. Lo primero es encontrar mercados y empresas baratas...
- ¿Todavía hay mercados baratos?
- Sí, en Asia, en Corea, Japón, Hong Kong, hay empresas muy baratas.
- ¿Y en Europa o EEUU?
- Más complicado. No digo que todas sean caras, pero son lugares en los que no hay oportunidades tan evidentes.
- ¿Y en qué sectores?
- Sí, ésa es la segunda parte. ¿Dónde hay más crecimiento? En internet. ¿Hay empresas en este sector que no estén demasiado caras y pueden entenderse? Nosotros creemos que sí. Para nosotros es una fuente de ideas importante desde hace quince años. Invertimos con éxito en Google, Facebook, Linkedin...
- Es curioso, porque el value normalmente se asocia a poca tecnología y a un inversor poco amigo de nuevos negocios.
- Es un error. Es otro dogma equivocado. ¿Entonces Buffett no es value porque ha invertido en Apple? Cualquier sector depende de ti. Si eres experto en nanotecnología o biología... podrás entender biotech y podrás encontrar valor e invertir. Es como lo que decía antes del arte: también hay gente que sabe lo que vale un cuadro del siglo XVII. Esto depende de la persona.
- Pero uno de los principios del value es buscar compañías que uno pueda prever que dentro de 5-10-15 años vayan a seguir teniendo un buen negocio, tengas ventajas competitivas, tengan un buen modelo a largo plazo... ¿Es posible encontrar algo así en internet? Y no sólo en internet. Sectores tradicionales como la automoción están sometidos a una disrupción que nadie habría previsto hace una década. ¿Sigue siendo posible encontrar esa solidez a medio-largo plazo que siempre han buscado los inversores value?
- Es más difícil. Por ejemplo, si hablamos del sector automovilístico, parece que todo va a cambiar con los coches eléctricos. Pero hay algo que no va a cambiar: las ruedas. Pues puedes invertir en esto. Y es incluso mejor, porque la aceleración en un coche eléctrico es tremenda, por lo que las ruedas quizás van a desgastarse más.
- Pero también es posible que compremos menos coches, si los compartimos.
- Es posible. Pero también es posible que empecemos a utilizarlos más. Ahora uno piensa, "Vamos a ver a la abuela, son dos horas", y no te apetece. Pero en el futuro quizás puedas ir viendo una película y ya no te importe pasar esas dos horas en el coche. Con los automóviles sin conductor vamos a usarlos mucho más. Por eso, quizás la parte de las ruedas no va a cambiar demasiado o más lentamente. Quizás ésa es una forma de encontrar una isla de tranquilidad en ese sector.
- Otra de las características del value es su apego a las empresas familiares. Podríamos ir más allá y hablar de empresas en la que conoces al equipo gestor, confías en lo que hacen y sabes hacia dónde van. Pero antes hablábamos de invertir en Asia y en otros mercados donde aparecen buenas oportunidades. ¿Es posible compaginar ese conocimiento de los responsables de la empresa que tanto gusta a los gestores value con una inversión en países tan alejados, geográfica y culturalmente, como Corea o Japón? Incluso en Europa, da la sensación de que la propiedad de las empresas es cada vez más cambiante: hay movimientos corporativos, fusiones, adquisiciones...
- No sé si el mundo está cambiando tanto. No hay que exagerar. Tienes razón en que ahora las cosas van un poquito más rápido. Hace cien años, mi abuelo estaba en un sitio horrible, con miles de jóvenes que se mataban entre sí. Cuando la gente me habla de un mundo disruptivo yo pienso en mi abuelo: eso sí que es un mundo disruptivo. En la Primera Guerra Mundial las cosas cambiaron de forma increíble y horrible, pero al final el mundo no se paró. Lo que quiero decir es que sí habrá empresas familiares que se vendan, pero otras se crearán. Soy bastante optimista.
- ¿Qué consejos le daría a alguien que nunca ha invertido y le da miedo la bolsa, pero le gustaría ahorrar?
- Lo primero sería invertir sólo la parte de sus ahorros de la que se puede olvidar. Luego, escoger un gestor muy bueno. Eso no es fácil para alguien que no sabe nada.
- Volvemos al principio, cuando intentábamos dar pistas a los lectores para que sepan distinguir qué gestores son realmente value. ¿Cómo escoger? ¿El track-record? ¿Qué pista le podemos dar?
- Que cuando leas o escuches a esa persona te parezca sensato, que le entiendas. Igual que para el gestor value es importante entender los negocios en los que invierte, para el partícipe es importante entender lo que dice el gestor cuando habla de su valor. Un value habla de empresas y el resto habla de bolsa. Si habla mucho del yen vs dólar o de la bolsa o de economía y no puedes entender lo que ha dicho, pues no inviertas.
Además, si hay un track-record bueno también es importante. Invertir en una gestora independiente, que pertenezca al gestor, asegurarse de que el gestor invierte en su propio fondo y que, al mismo tiempo, sea su dueño. Es una doble alineación de intereses. Es un poco de trabajo. Y si no tienes tiempo de hacer esta investigación, pues cómprate un fondo que replique a un índice.
También propondría que se comprometa a meter un poco de dinero todos los años en la misma fecha, sin estar pendiente de la bolsa. Y que se olvide de su inversión. El mejor inversor en nuestro fondo es un amigo que puso dinero hace 15 años, pone un poquito más cada vez que puede y nunca mira a los precios. No olvidemos que tenemos siempre el peligro del behaviour gap en todos los fondos: es una pena pero el 90-95% de los inversores no disfruta de la rentabilidad del fondo [porque vende cuando baja y compra cuando sube]. Lo más importante es que no sufra por su dinero. Hay gente que sufre cuando la bolsa baja o sube.
- Por último, una pregunta muy complicada de responder pero que creo que encierra el secreto de los inversores value exitosos. Este tipo de inversión se basa en buscar valor no reconocido por el mercado y esperar a que el mercado poco a poco vaya reconociendo ese error. Los gestores value presumen de comprar cuando una empresa que tienen bien valorada cae en bolsa y mantener la posición incluso aunque la acción esté siendo castigada por el mercado. Pero hay veces en que se equivocan y realmente la empresa merecía ese castigo. ¿En qué momento se pasa de la convicción a la cabezonería? ¿Cuándo es el momento de reconocer que uno mismo es el que se equivocó en el pasado?
- Esta pregunta es muy difícil. Es nuestro problema casi cada día. Yo he cometido este tipo de errores. Tú te has construido una convicción y cuando llegan nuevas informaciones las interpretas todas en favor de tu idea. Cada vez que algo ocurre puedes interpretarlo de una u otra forma. No sólo en la bolsa. Hay que intentar olvidar tu opinión previa y analizar si cada nueva noticia es buena o mala. Por eso, creo que una de las características más importantes del inversor value es la honestidad intelectual. Y es muy difícil decir: 'Esto lo entiendo o esto no lo entiendo'. Buscar la verdad por encima de tener razón. Conocerte a ti mismo y decir: 'Esto sé hacerlo, esto no sé hacerlo'. Saber que de vez en cuando te puedes mentir a ti mismo. En Amiral, cada gestor tiene que exponer sus ideas al resto del equipo, oralmente y por escrito. Queda un registro de cuál fue tu tesis de inversión en una fecha concreta. Y si surge un problema con esa tesis, no te haces trampa a ti mismo porque lo tienes escrito con tus propias palabras.