Año 2010. La economía española está contra las cuerdas y las cuentas de las Administraciones Públicas van por el mismo camino. En clave municipal, el Ayuntamiento de Madrid está en el ojo del huracán. El excesivo gasto de los años de Alberto Ruiz Gallardón arroja un déficit superior a los 750 millones de euros. La deuda de la capital se dispara, a pesar del aumento del IBI, las tasas o las multas.
El relevo de Gallardón al frente de la alcaldía marca un antes y un después para las arcas municipales. En los años de Ana Botella, la aplicación de diversos planes de estabilidad fiscal logra darle la vuelta a la situación y consigue aflorar un abultado superávit que permite frenar el galopante aumento de la deuda local. En 2012, el superávit ronda los 900 millones; en 2013, la cifra ya se coloca por encima de los 950 millones; en 2014, el saldo positivo sigue creciendo y se acerca a los 1.300 millones. En suma, la deuda cae del 146% al 100% de los ingresos municipales en los años de Botella.
Año 2015. Aunque el PP sale victorioso en las elecciones municipales, un pacto entre Ahora Madrid y PSOE aúpa a Manuela Carmena a la alcaldía de la Villa y Corte. La buena herencia fiscal de Botella sigue en pie y la deuda del consistorio sigue bajando. Ahora Madrid saca pecho pero, como explicó Libre Mercado, el nuevo equipo solo es responsable del 4% del ajuste. En paralelo, el polémico delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, empieza su particular "guerra" contra la Ley de Estabilidad Presupuestaria y cierra el ejercicio incumpliendo la Regla de Gasto, tras un desajuste superior a los 15 millones de euros.
La situación se sigue deteriorando en 2016. Sánchez Mato vuelve a incumplir la Regla de Gasto, esta vez por una cantidad mucho más alta: 234 millones de euros. El Plan Económico-Financiero presentado en septiembre plantea un fuerte incremento del gasto público valorado en casi 1.200 millones de euros, lo que redunda en una fuerte caída del superávit, hasta caer por debajo de los 350 millones en 2017. El ministerio de Hacienda interviene y exige al gobierno de Carmena que cumpla la legalidad y frene su agenda de despilfarro.
Llegados a este punto, no sorprende el último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal española (Airef). Basándose en las propias cuentas municipales, el organismo sugiere a Hacienda la adopción de medidas coercitivas que impidan los excesos de Sánchez Mato. Según la Airef, la violación de la Regla de Gasto en 2017 llegará a 440 millones de euros si se cumplen las previsiones municipales, mientras que el superávit caerá de 1.000 a 622 millones, un descenso del 44%.