Desde que llegó al poder, la canciller alemana Angela Merkel se ha mostrado partidaria de rebajar los impuestos, pero no ha dado grandes pasos en esta dirección. Ahora, de cara a las Elecciones Generales del próximo 24 de septiembre, la CDU anuncia un programa que sí contempla un repliegue de la presión fiscal.
El documento en cuestión viene firmado también por la CSU, el partido de la derecha bávara que concurre siempre en coalición con la formación política de la mandataria teutona. Ambas formaciones proponen ahora una rebaja de impuestos valorada en 15.000 millones de euros y compuesta de diversas medidas.
De entrada, Merkel y los suyos apuestan por modificar los tramos del Impuesto sobre la Renta, subiendo de 52.000 a 60.000 euros el umbral a partir del cual se entra en el segundo escalón más alto de dicho gravamen. En este punto puede haber consenso con el Partido Socialdemócrata, ya que dicha formación aboga por llevar dicho umbral hasta los 76.000 euros, una propuesta aún más liberal que la de la CDU y el CSU. No obstante, la derecha apuesta por mantener como está el tramo superior, mientras que los socialdemócratas sí quieren subir los impuestos "a los ricos".
Los conservadores teutones abogan además por eliminar la tasa de solidaridad a partir de 2020. Esta medida fue introducida en el marco de la reunificación, con ánimo de "redistribuir la riqueza" desde la Alemania Occidental a la empobrecida Alemania del Este. La tasa nunca ha contado con el beneplácito de los principales intelectuales y grupos de presión de la derecha germana, pero parecía tabú plantear su eliminación. No obstante, la CDU y el CSU proponen reducir progresivamente este tributo, hasta consolidar su desaparición a medio plazo. También aquí podría haber acuerdo con el SPD, ya que los socialdemócratas también se han abierto a la idea de acabar con este tributo.
Otra modificación anunciada por Merkel de cara a las próximas elecciones tiene que ver con las deducciones por hijo. Según el marco vigente, cada hijo permite un ahorro fiscal equivalente a 192 euros mensuales, pero el manifiesto electoral de la CDU y el CSU apuesta por aumentar dicho umbral hasta los 217 euros mensuales.
Por último, el documento programático también habla en clave fiscal de ayudar a las familias que compren su primera vivienda. Los hogares que adquieran su primera residencia podrán aplicarse una deducción en el Impuesto sobre la Renta equivalente a 1.200 euros por hijo. Así, una familia con dos hijos que compre un piso dejaría de pagar 2.400 euros al año en virtud de este nuevo marco tributario.
Pero no todo son impuestos. Merkel también concurre a las próximas elecciones con el compromiso de seguir reduciendo la tasa de paro, hasta pasar del 5,5% registrado el pasado mes de junio hasta niveles del 3%, un logro que el gobierno teutón espera lograr a lo largo de dos legislaturas. Entre otras propuestas, el documento habla de potenciar los programas de formación específica, orientándolos a las necesidades de las empresas.
¿Y qué hay del gasto? Merkel tiene previsto mantenerlo congelado en el entorno del 44% del PIB, el nivel en el que se han movido los ingresos y los gastos del Estado teutón durante los últimos cinco años, según refleja la base de datos del FMI. La estabilidad en clave fiscal ha permitido lograr una progresiva mejora de las cuentas públicas, hasta dejar atrás el déficit y lograr un superávit presupuestario desde el pasado 2014. Este buen desempeño fiscal, que los conservadores prometen mantener, ha permitido que la deuda baje del 81% al 68% del PIB entre 2010 y 2016. De hecho, si no hay cambios en los planes fiscales del Ejecutivo teutón, el pasivo público habrá caído al entorno del 55% del PIB durante la próxima legislatura.