El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió poner la desregulación en la agenda política, convencido de que el exceso de normas y burocracia está actuando en detrimento del crecimiento económico del país del Tío Sam. Y lo cierto es que hasta la fecha, su Gobierno sí se ha caracterizado por reducir significativamente la publicación y el coste de nuevas regulaciones.
De momento, si comparamos el número de regulaciones emitidas en la primera mitad de 2017 con el promedio anual de las dos últimas décadas, parece evidente que el enfoque de Trump sí se está cumpliendo. Y es que el número de normas emitidas desde la Casa Blanca ha bajado un 92% en comparación con la media histórica de las últimas décadas. Así lo certifican los estudios de American Action Forum, un think tank creado en 2010 y encabezado por Douglas Holt-Eakin, que fue director de la prestigiosa Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos.
Pero aún más significativa es la reducción de costes de estas nuevas regulaciones. Cada una de las onerosas normas introducidas por Obama en la primera mitad de 2016 acarreaba un coste medio de 26.000 millones de dólares para la economía estadounidense. Por comparación, las regulaciones de la Era Trump tienen un impacto medio de 33 millones, un 0,12% en comparación con el anterior mandatario.
Otro logro de la Administración estadounidense es la eliminación de las diversas normas introducidas desde las distintas agencias del Gobierno Federal. El nuevo Ejecutivo ha eliminado más del 60% de las regulaciones introducidas por esta vía, un importante tajo a la burocracia que emana desde Washington.
En clave económica, se han emitido menos de diez regulaciones con un impacto económico significativo, frente a la horquilla de entre 30 y 60 en cada uno de los años de Gobierno de Obama. Lo vemos en la siguiente gráfica.
También se reducen los continuos cambios y las revisiones sobre reglas ya aprobadas. "Durante el período analizado, la Administración promedio modificaba anualmente unas 190 normas. De momento, en su primer semestre, el Gobierno de Trump solo ha revisado 39 normativas", subraya el documento.
Y es que, aunque el frenesí de normas aprobadas por Trump tras su llegada al gobierno generó todo tipo de titulares, lo cierto es que Obama, Bush o Clinton emitieron muchas más regulaciones, con costes mucho mayores. De hecho, el coste de las iniciativas dictadas por Obama en su primer semestre de gobierno fue 140 veces mayor que el de las normas emitidas por Trump.