Si en algo coincide la mayoría de expertos es que los españoles ahorran poco y lo poco que ahorran no lo rentabilizan como debieran. La escasa cultura financiera que posee el país, con un perfil medio muy conservador en materia de ahorro, la escasa o nula rentabilidad que ofrecen los depósitos en el actual contexto de bajos tipos de interés y la inversión en Bolsa a través de los fondos que comercializa la banca constituye una receta cuyos frutos dejan mucho que desear.
Sin embargo, en la actualidad se abre todo un mundo de nuevas posibilidades gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito de las finanzas y el uso creciente de la denominada gestión pasiva. Mucha gente no sabe que la Bolsa, a diferencia de lo que se piensa, es una inversión rentable y segura a largo plazo, ya que sus principales índices a nivel mundial reflejan rentabilidades históricas medias de entre el 5% y el 8% anual en términos reales (descontando la inflación), mientras que la mayoría de fondos no logran batir al mercado, lo cual, sumado al cobro de altas comisiones, se traduce en bajas rentabilidades.
Hasta ahora, el inversor minorista estaba abocado, básicamente, a contratar alguno de los miles de fondos que vende su entidad financiera para poder sacar algo de rendimiento a sus ahorros, en lugar de dejar aparcado su dinero en un depósito. Asimismo, otros muchos apuestan por comprar una u otra acción por su cuenta, pese a no ser expertos en la materia, con los consiguientes riesgos que ello conlleva. Pero la revolución tecnológica está cambiando las reglas de juego.
Las denominadas fintech compiten con la banca tradicional en muchos de sus negocios, desde los sistemas de pagos y la concesión de pequeños créditos hasta la gestión del ahorro. Una de estas empresas es Finizens, una startup madrileña que, además de protagonizar en España la primera alianza entre un banco (EVO) y una fintech especializada en ahorro, acaba de ser seleccionada para pasar a la segunda fase de la Startup Competition 2017, el ranking de las mejores startups del mundo.
Finizens es un robot de gestión financiera (robo-advisor) cuya filosofía de inversión se basa en la gestión pasiva, es decir fondos indexados -que replican índices- y ETFs, pero que, a diferencia de otros, cuenta con una serie de características propias, como el hecho de contar con una plataforma 100% digital (entras con el móvil y acaban con el móvil sin tocar un papel), sin necesidad de abrir una cuenta de valores -basta con la cuenta corriente del banco-, con una inversión mínima de 100 euros y sin cláusula de permanencia, pudiendo disponer del dinero en cualquier momento.
Esta empresa, que nace con el objetivo de convertirse en una alternativa real a las instituciones financieras tradicionales, permite al cliente convertirse en accionista de 8.000 de las mayores empresas del mundo, comprar deuda pública o poseer lingotes de oro y propiedades inmobiliarias en 140 países distintos a la vez a través de sus carteras. En EEUU este tipo de firmas llevan ya más de 5 años operando con un destacable éxito, pero es ahora cuando empiezan a desarrollarse en España.
A finales de 2016, Finizens recibió la autorización del regulador (CNMV) para comenzar a operar bajo el formato de agencia de valores y a principios de este año lanzó su primer producto de la mano de Caser: un plan de ahorro online de gestión pasiva bajo el formato de seguro de vida y ahorro Unit Linked. Además, también de la mano de Caser, ha lanzado recientemente un plan de pensiones, compuesto también íntegramente por fondos de gestión pasiva, dirigido al gran público.
¿Cómo funciona?
Su modelo aúna la inversión en fondos de gestión pasiva con la automatización (robo-advisor), una aportación inicial de sólo 100 euros, comisiones hasta un 85% más bajas que los bancos (0,87% anual) y la libertad de retirar o traspasar el dinero en cualquier momento sin penalizaciones. Su objetivo es "democratizar la inversión, que un producto financiero se convierta en un producto de consumo, que cualquier ciudadano de a pie, sin necesidad de ser un experto ni tener un gran patrimonio, pueda disfrutar de un servicio de gestión de inversiones de alta calidad, poniendo a trabajar sus ahorros", tal y como explica Giorgio Semenzato, director general de Finizens, a Libre Mercado.
La idea base consiste en hacer de la inversión algo sencillo y rentable. Cuando el usuario entra en la plataforma tan sólo tiene que rellenar un cuestionario para analizar su perfil y medir su aversión al riesgo en una escala de 1 a 5, y según ese umbral se le recomienda un plan de inversión (cartera) cuya composición es la siguiente:
Un comité de inversión formado por expertos se encarga de diseñar y diversificar las carteras, que se revisan cada tres meses, con la ventaja de que emplean fondos indexados y ETFs, lo cual amplía la gama de instrumentos a emplear. La tecnología y algoritmos desarrollados por la entidad se encargan de gestionarlo todo bajo determinados criterios de inversión, de principio a fin, de modo que no se mueven por factores emocionales ni intereses corporativos.
Y todo ello, empleando los principios de la gestión pasiva, que, a largo plazo, logra batir a la inmensa mayoría de inversores. La rentabilidad promedio que ha ofrecido la aplicación de esta estrategia ronda entre el 5% y el 6% anual, descontando comisiones, a lo largo de los últimos 10 años, unos 3,5 puntos más que la media que ofrecen los fondos. Además, Finizens no custodia el dinero de sus clientes, tan sólo compone las carteras, y al tratarse de fondos de gran tamaño y diversificados la liquidez está garantizada. Su objetivo es conseguir 120.000 clientes y superar los 3.000 millones de euros en activos bajo gestión antes de 2020. Con independencia de que consiga o no tales metas, las fintech han llegado para quedarse en el mundo de las finanzas, incluido el sector del ahorro y la inversión.