La Comisión Europea y el Gobierno de Italia han alcanzado este jueves un principio de acuerdo sobre el plan de reestructuración de Banca Monte dei Paschi di Siena y la aplicación de una recapitalización preventiva, que supone la inyección de dinero público y la imposición de pérdidas a accionistas y bonistas júnior.
La "recapitalización preventiva" es una excepción a la normativa comunitaria permite inyectar ayudas públicas a una entidad solvente si ésta cumple con unos criterios establecidos y una vez que se hayan aplicado pérdidas a los accionistas y a los bonistas júnior. No obstante, esta ayuda pública no desencadena la resolución del banco y únicamente se puede conceder como medida preventiva ante posibles necesidades de capital derivadas de un empeoramiento de las condiciones económicas.
El acuerdo está condicionado a la confirmación "paralela" por parte del Banco Central Europeo (BCE), que debe certificar que la entidad es solvente y cumple con los requisitos de capital necesarios, según ha informado el Ejecutivo comunitario. Italia también debe obtener la confirmación oficial de inversores privados de que van a adquirir la cartera de créditos dudosos del banco.
Bajo este marco, la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, y el ministro de Economía de Italia, Pier Carlo Padoan, han acordado un plan de reestructuración de Monte dei Paschi con el objetivo de garantizar la viabilidad de la entidad a largo plazo. Este acuerdo incluye la venta a precios de mercado de los créditos dudosos del banco (NPL por sus siglas en inglés).
Además, Monte dei Paschi tendrá que compensar a aquellos inversores minoristas que sufrieron ventas abusivas (por ejemplo, no siendo informados sobre los riesgos potenciales de la compra de un instrumento financiero) convirtiendo sus bonos en acciones que después tendrá que adquirir a cambio de instrumentos senior más seguros. Al mismo tiempo, la alta dirección del banco tendrá que aceptar una limitación de su salario, que como máximo podrá ser diez veces mayor que la media de los empleados de la entidad, incluyendo todo el paquete de remuneraciones.
Vestager ha destacado que este acuerdo es "un paso positivo" tanto para el Monte dei Paschi como para el sector bancario italiano, al mismo tiempo que ha subrayado que permitirá inyectar capital en la entidad de forma cautelar y al mismo tiempo "limitará la carga" que tendrán que asumir los contribuyentes.
Los servicios del Ejecutivo comunitario y el Gobierno italiano trabajarán ahora en cerrar los detalles del plan de reestructuración final del Monte dei Paschi. Posteriormente, Italia tendrá que notificar a Bruselas tanto este plan como su estrategia de implementación. La Comisión Europea adoptará entonces su decisión final sobre el cumplimiento de las normas europeas sobre ayudas de Estado.