Nuevo varapalo de la Comisión Europea al sector del taxi. En plena lucha de los taxistas contra Uber y Cabify, Bruselas ha publicado un estudio que asegura que algunos de los países del Viejo Continente mantienen una regulación del transporte "obsoleta".
La CE ha encargado este informe a una consultora independiente para analizar la irrupción de estas nuevas alternativas de transporte en los 28 países miembros. "En varios Estados miembros no existe una revisión periódica del marco regulador que, a la luz de la llegada de nuevos e innovadores proveedores de servicios, parece estar obsoleto", reza el texto.
En el estudio también destaca las ventajas de las nuevas apps de movilidad para los usuarios. "El uso de tecnologías que puedan corregir la asimetría de información entre pasajeros y proveedores de servicios debe ser promovido y no restringido. La facilidad de uso de los sistemas de reserva y la posibilidad de conocer el precio de un viaje por adelantado son algunos de los elementos más relevantes para los consumidores. La imposición de límites a la utilización de las tecnologías por los servicios de alquiler de servicios, en particular la geolocalización, y su reserva a los taxis, reduciría también la competencia y limitaría la eficiencia de los nuevos servicios obstaculizando la innovación ", explican.
España es uno de los países que limita la expedición de nuevas licencias de taxi y VTC, un hecho que los expertos consideran perjudicial. "Establecer un límite absoluto en el número de taxis que pueden operar en un área es el enfoque más restrictivo que han adoptado los reguladores, con el consiguiente impacto negativo en la competencia y sus beneficios.Todos los solicitantes que cumplan los requisitos establecidos por la legislación deben ser objeto de una licencia. Todas las prescripciones impuestas para obtener la licencia o autorización, incluida la clasificación financiera y la aptitud del vehículo, deben ser proporcionados y no deben constituir una forma directa o indirecta obstáculo para acceder al mercado", apuntan.
El estudio concluye que las restricciones en la regulación del transporte afectan al precio y a la calidad del servicio y deben ser revisadas para asegurar el interés público. "En general, en la mayoría de los casos (aunque no en todos), las normas que restringen la competencia entre taxis y coches de alquiler tienen un impacto negativo en el precio y la calidad de los servicios y deben ser objeto de un examen por las autoridades de competencia y de transporte para garantizar que el interés público de la movilidad urbana se fomente de la mejor manera posible", aseguran.