Nuevo palo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a trabajadores y empresas, en este caso pertenecientes al sector sanitario. La Agencia Tributaria considera ahora que los médicos deben pagar impuestos por las dietas que reciben de las farmacéuticas para asistir a conferencias y congresos, a diferencia de lo que sucedía hasta ahora.
Estas dietas, ideadas para cubrir los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención de los asistentes a estos foros estaban exentas de tributación en el IRPF por considerarse un gasto básico para la formación de los profesionales sanitarios, tal y como estipula la ley. Sin embargo, Hacienda ha cambiado de criterio.
El 4 de abril de 2017 el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) emitió una resolución en la que confirma las actas de inspección recurridas por una empresa en las que se califican de retribuciones en especie a profesionales sanitarios los pagos realizados a una compañía en concepto de patrocinio de becas para la asistencia a congresos, jornadas, talleres y cursos de dichos profesionales, y exige sobre esas ayudas el correspondiente pago de impuestos.
Tras la resolución del TEAC (ante la que cabe recurso contencioso-administrativo), la Agencia Tributaria emitió el pasado 5 de mayo una nota sobre el asunto (Tributación, por parte del personal sanitario, de los gastos abonados por las compañías farmacéuticas para la asistencia a los congresos y conferencias que organiza y a los que asiste dicho personal), haciéndose eco de la mencionada resolución. Se trata, por tanto, de los primeros pronunciamientos que ponen en tela de juicio el criterio que se venía aplicando en esta materia. En concreto, señala que "los gastos abonados por las compañías farmacéuticas para la asistencia a los congresos y conferencias que organiza y a los que asiste el personal sanitario [...] constituyen para sus destinatarios retribuciones en especie, ya que los abona la compañía que organiza los eventos", y, por tanto, han de tributar por ellos.
Hasta ahora, estaban exentos. Además, el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley el pasado febrero por la que se instaba al Gobierno a "seguir considerando exentas de tributación las transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud, teniéndose por tales los pagos de las inscripciones a cursos, congresos o cualesquiera actividades formativas para las que hayan obtenido previa autorización del centro sanitario en el que presten sus servicios, así como los gastos de traslado y alojamiento que se deriven de la asistencia a las mismas, excepto los de manutención".
Por otro lado, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, entidad que agrupa a 42 sociedades médicas, ha solicitado a los laboratorios que transfieran estos pagos en especie a las sociedades médicas y no a los profesionales de forma individual y que sean éstas las que, posteriormente, gestionen este dinero con los asistentes para que "este tipo de formación pueda justificadamente no estar sujeta a carga fiscal", informa elEconomista. Pero, por el momento, tras el cambio de criterio de Hacienda, deberán tributar por estos gastos.
Modelo de formación continuada
Por su parte, lapatronal de farmacéuticas (Farmaindustria) recuerda que la legislación sanitaria vigente en España establece el derecho y la obligación de los profesionales sanitarios a la formación continuada para mantener sus conocimientos actualizados, y obliga a las Administraciones Públicas a promover esta formación sobre medicamentos, terapias y productos sanitarios para mejorar la calidad de la asistencia sanitaria.
"En España, y ante la escasez de financiación pública para este propósito, una parte muy importante de la formación continuada de los profesionales sanitarios ha sido sufragada tradicionalmente por los laboratorios farmacéuticos y por otros fabricantes y distribuidores de productos sanitarios, a través del apoyo a la celebración de congresos médicos y reuniones técnico-científicas organizados por sociedades científicas y otras organizaciones profesionales, que constituyen la principal fuente de formación de los facultativos, especialmente en áreas de especial innovación, complejidad y desarrollo, sin que sea factible hoy en día un modelo de formación alternativo", explica la patronal.
Asimismo, el Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, de aplicación obligada para todos los asociados a Farmaindustria,"garantiza que los eventos tienen como finalidad exclusiva la formación de los profesionales, que no se destinan a ningún otro objetivo y que, desde luego, no constituyen una compensación o incentivo económico para los profesionales sanitarios, lo cual está expresamente prohibido por el Código y es objeto de un estricto control por parte de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria".
Este modelo ha venido funcionando en las últimas décadas, con pleno conocimiento de las administraciones sanitarias, "sin ocasionar conflicto alguno", añade. Al contrario, puesto que ha supuesto "numerosos beneficios para el sistema sanitario y los pacientes, en términos de mejora continua de la calidad asistencial, prestada por especialistas a la vanguardia en conocimiento científico y clínico, y es uno de los pilares del actual Sistema Nacional de Salud".
Incertidumbre e impacto negativo
Por ello, Farmaindustria destaca en su nota que, hasta el momento, su apoyo a la formación continuada, en forma de ayudas para asistir a congresos científicos, incluyendo transporte, manutención y estancia, "no constituyen rendimientos del trabajo o de la actividad profesional, y no deberían ser objeto de tributación a través del IRPF, ya que, en última instancia, los beneficiarios de esta formación de los médicos son los propios pacientes".
"Resultaría paradójico que las ayudas a una formación imprescindible para el médico y para sus pacientes acabaran afectando a la economía personal de los profesionales. Introducir ahora un cambio de criterio en la fiscalidad de estas colaboraciones, lejos de ayudar a mejorar la eficiencia del sistema, únicamente podría contribuir a introducir incertidumbres que no beneficiarían ni al Sistema Nacional de Salud ni a los pacientes", añade.
Esta nueva tributación "pone claramente en riesgo este tipo de colaboraciones", de modo que la patronal solicita que "se declare explícitamente como exentas de tributación en el IRPF estas transferencias de valor y elimine así cualquier incertidumbre sobre esta materia, con efectos seguramente muy negativos sobre la formación de los profesionales sanitarios en España".