El intenso boom del turismo en España ha disparado el apetito de los inversores especializados en el ámbito hotelero. Así lo confirma el último informe de la consultora británica Colliers International, cuyo Índice Europeo de Atractivo Hotelero habla de Madrid y Barcelona como dos de las niñas bonitas del sector.
El documento considera doce métricas agrupadas en cuatro categorías:
- Demanda: aquí entran la población, el PIB per cápita, el desempeño del mercado laboral, el alcance del sector turístico…
- Desempeño: este pilar mide indicadores especializados como la tasa media de ocupación, la rentabilidad media por habitación…
- Desarrollo: este punto evalúa los costes de desarrollar negocios hoteleros, principalmente los precios del suelo y de los proyectos de construcción.
- Atractivo: esta categoría considera la rentabilidad observada en cada ciudad, así como los volúmenes de inversión observados hasta ahora.
Cada una de estas categorías recibe una puntuación conjunta de 100. A continuación, Colliers suma la nota recibida en cada uno de estos cuatro puntos y, de esta forma, las ciudades reciben la calificación final. De esta manera, la consultora pretende poner de manifiesto "qué mercados están más calientes y qué mercados están más fríos, considerando sus cifras actuales y su potencial".
Las tres ciudades que salen mejor paradas son todo un clásico del sector: París, Londres y Barcelona. Según Colliers International, "la historia de las tres ciudades es similar, ya que encontramos una combinación muy potente que incluye un alto crecimiento de la demanda, un buen desempeño empresarial del sector hotelero y una honda profundidad de mercado". París se ha colocado por delante de Londres en virtud de sus menores costes de desarrollo. También Barcelona sale relativamente bien parada en dicha categoría, colocándose por delante de Amsterdam gracias al menor precio del suelo y la construcción.
Sin embargo, el índice de Colliers International no considera el nefasto entorno político que se encuentran los inversores hoteleros en Barcelona. Y es que, aunque los doce indicadores del índice confirman que la Ciudad Condal es uno de los destinos predilectos de los inversores, el gobierno municipal de Ada Colau mina ese potencial con sus trabas a la apertura de nuevos establecimientos hoteleros. Además, la agenda secesionista del gobierno autonómico también actúa como un factor que resta atractivo a la ciudad mediterránea.
Madrid da la campanada
En una escala que va de 0 a 400, París logra 269,8, Londres se apunta 257,8 y Barcelona alcanza 202,8. Como ya hemos explicado, Amsterdam figura a continuación, con una calificación de 190,2 puntos. Pero la campanada del informe la da Madrid, que sigue aumentando su atractivo turístico y se cuela en el top cinco con una calificación de 182,2 puntos.
El clima político en la Villa y Corte no es óptimo, ya que el Ayuntamiento de la capital española lleva ya dos años poniendo palos en las ruedas a la inversión extranjera. Especialmente preocupante es la polémica instrucción que ha anunciado el gobierno de Manuela Carmena y que amenaza con impedir la reconversión de inmuebles del centro de Madrid en establecimientos hoteleros. Al menos en clave autonómica se mantiene el marco liberal adoptado por Esperanza Aguirre, lo que contribuye a apuntalar el creciente atractivo de Madrid para el sector.
En el top diez del índice también nos encontramos con Dublín, Viena, Berlín, Zurich y Praga, mientras que el top veinte lo completan Frankfurt, Lisboa, Milán, Varsovia, Budapest, Manchester, Estambul, Estocolmo, Bruselas y Bucarest.