El Gobierno de Donald Trump ha presentado este miércoles su esperada reforma fiscal con el objetivo de impulsar el crecimiento de EEUU por encima del 3% anual, anunciándolo como "la mayor rebaja de impuestos individuales y empresariales de la historia de EEUU". Su plan persigue simplificar el sistema tributario y aliviar la carga fiscal que soportan las familias, especialmente las clases medias, así como las empresas, según han explicado su Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el director de Economía Nacional, Gary Cohn, durante la presentación del plan.
Washington propone, entre otras medidas, las siguientes:
- Reducir de 7 a 3 los tramos del Impuesto sobre la Renta (IRPF en España), aplicando tipos del 35%, 25% y 10%, respectivamente, según el nivel de ingresos. Actualmente, el tipo máximo del IRPF alcanza el 39,6% para quienes perciben algo más de 400.000 dólares, mientras que el mínimo se encuentra en el 10% para quienes cobran en torno a los 10.000 dólares, aunque el tipo varía dependiendo del estado civil de cada ciudadano.
- Ampliar las desgravaciones fiscales para las familias, sobre todo cuando tienen hijos y dependientes a cargo. En concreto, las parejas casadas no tributarán nada por los primeros 24.000 dólares de ingresos anuales frente a los 12.600 actuales.
- Impulsar las deducciones fiscales sobre la vivienda y las donaciones caritativas.
- Derogar el Impuesto de Sucesiones, que, hasta ahora, permanecía vigente para las herencias de más de 5,5 millones de dólares, y eliminar el impuesto del 3,8% asociado al Obamacare que afecta a las pequeñas empresas.
- En cuanto al Impuesto de Sociedades, la reforma reduce el tipo federal del 35% al 15%, e impulsará un "sistema tributario territorial" para equilibrar el campo de juego de las compañías estadounidenses.
- Asimismo, facilitará la repatriación de beneficios que las empresas norteamericanas obtienen en el extranjero mediante la aplicación de un único gravamen, próximo al 10%. EEUU, a diferencia de otros países, aplica Sociedades a todos los ingresos que obtienen las compañías norteamericanas a nivel global, aunque pueden diferir su pago hasta que repatrían los beneficios obtenidos en el exterior. Se calcula que las grandes empresas acumulan 2,6 billones de dólares de ganancias en el extranjero para evitar este sablazo fiscal. Esta rebaja pretende impulsar la repatriación de beneficios empresariales a EEUU para fomentar la inversión.
El Gobierno de Trump confía en sacar adelante su reforma fiscal a lo largo del presente año, ya que precisa la aprobación del Congreso y el Senado. "Es una de las mayores bajadas de impuestos de la historia y espero que reciba el apoyo de los demócratas porque es buena", comentó Cohn, mientras que Mnuchin subrayó que puede impulsar el crecimiento económico hasta el "3% o más".
"A lo largo del mes de mayo, la Administración Trump se reunirá con las partes interesadas para recibir sus propuestas y continuará trabajando con la Cámara de los Representantes y el Senado para desarrollar los detalles de un plan que proporciona alivios fiscales masivos, crea empleo y hace que Estados Unidos sea más competitivo", reza el comunicado de la Casa Blanca, que agrega que la reforma fiscal está en disposición de obtener el visto bueno de ambas cámaras.