La demanda extranjera de vivienda ha mantenido el buen comportamiento de los últimos años, alcanzado un nuevo máximo histórico con un peso del 13,25% en 2016, resultado no muy alejado de los dos últimos años (13,2% en 2015 y 13% en 2014), consolidando una notable fortaleza. Desde el mínimo histórico de 2009 (4,2%), se acumulan siete años consecutivos de crecimiento, habiéndose triplicado el peso porcentual, según la última estadística inmobiliaria del Colegio de Registradores.
Por CCAA, las islas han vuelto a encabezar los resultados de porcentaje de compra de vivienda por extranjeros, superando en ambos casos el 30%. Concretamente, Baleares ha alcanzado el mayor resultado con un 32,90%, seguida de Canarias con un 30,49%, y de la Comunidad Valenciana (26,66%). Como contrapunto, con menor presencia de extranjeros en las transacciones, se situarían Galicia (0,8%), Extremadura (1,1%) y Asturias (1,9%).
Por provincias, Alicante encabeza el ranking. Allí el 43% de las viviendas que se venden las compran extranjeros, seguida de Tenerife (40%), Málaga (34%), Baleares, (32,9) y Girona (30%). En el lado contrario se sitúan Lugo, Cáceres, A Coruña, Orense y Salamanca, donde los extranjeros apenas protagonizan el 1% de las compraventas.
Británicos, franceses y alemanes lideran, por este orden, el volumen de compras de vivienda a nivel nacional.
Ocho de cada diez hipotecas para vivienda
La vivienda mantiene el claro liderazgo como destino de la nueva financiación hipotecaria, con un 79,1% de los contratos hipotecarios inscritos en 2016, con un importante crecimiento con respecto a 2015 (74,6%). Los terrenos urbanos no edificados han alcanzado un 7,7% de los nuevos contratos hipotecarios, mejorando con respecto a 2015 (6,6%). Los locales comerciales se han quedado en el 7,3%, con un importante descenso con respecto al año precedente (10,7%). Algo similar ha ocurrido a naves industriales, con un 3,8% de los nuevos contratos (4,4% en 2015).
Las compraventas de viviendas realizadas por las personas físicas representaron el 87,5% de todas las operaciones realizadas en 2016, tendiendo a estabilizarse, al incrementarse solo dos décimas sobre 2015 (87,3%). En consecuencia, las compraventas de las empresas perdieron peso muy ligeramente, protagonizando el 12,5% de todas las operaciones de 2016 frente al 12,7% de 2015. La distribución de compraventas entre personas físicas y jurídicas no es homogénea en todo el país. Las empresas (personas jurídicas) tuvieron mayor peso en las compras de vivienda en Canarias (19,7%), Cataluña (16,4%), Andalucía (13,6%), Murcia (13,4%) y Baleares (13,4%). En cambio las personas físicas tuvieron mayor protagonismo en País Vasco (95,5%), Extremadura (94,9%), Asturias (94,1%) y Aragón (93,4%).
Usos de la vivienda
La Estadística Registral Inmobiliaria analiza asimismo la utilización de la vivienda como bien de inversión o de uso, a través del tiempo medio de posesión de sus propietarios cuando la vendieron, habiendo continuado un año más el constante incremento de ese período medio de posesión experimentado en los últimos años. Las compraventas con período de posesión superior a cinco años han pasado del 43,7% en 2007 al 81,6% del total en 2016. Por el contrario, las operaciones con período de posesión inferior a cinco años pasaron del 56,3% en 2007 al 18,4% en 2016.
El ciclo bajista de las transacciones, con las consiguientes dificultades para vender las viviendas, se observa en el siguiente gráfico, que muestra laevolución del período medio de posesión, que ha aumentado desde 7 años y 3 meses en 2009 a 13 años y 4 meses en 2016, es decir, un 84% más.
Superficie media de la vivienda
En lo relativo a las características de superficie de las viviendas adquiridas, los compradores se siguen decantando por viviendas de tamaño medio o medio-grande. Las viviendas de menos de 40 m2 representan el 4% de las operaciones, seguidas de las de 40-60 m2, con el 17,6%. Ello deja casi el 80% restante para las de 60-80 m2 (28,7%) y las de más de 80 m2, que protagonizaron por sí mismas el 49,7% de las adquisiciones. Por CCAA, destacan Castilla-La Mancha, Navarra y Extremadura, donde dos tercios de las viviendas adquiridas tienen más de 80 m2.