La rápida urbanización, tanto de las principales ciudades chinas como de otras secundarias, ha hecho que las instituciones adopten ciertas medidas para frenar el rápido crecimiento del precio de la vivienda. Pero este aumento tiene que ver con la alta densidad poblacional urbana, mucho más elevada en 100 ciudades chinas (de un total de 600), en las que se concentra un 52,8 % de la población del país.
Es decir, 714,3 millones de habitantes, que, además, aportaron el 75,7% del PIB de 2016, según World Economic Forum. Pero los datos que realmente llaman la atención se refieren al PIBper capita, que supera los 12.475 dólares en 33 ciudades chinas. Hace cuatro años solo eran 16 ciudades.
Foshan, la ciudad más dinámica de China
Foshan es una ciudad de la provincia de Guangdong, ubicada al sur de China, y el libro China’s Evolving Growth Model: The Story of Foshan estudia su evolución, ya que se considera la ciudad industrial más dinámica de China. En el año 2016, su nivel de ingresos per capita era de 17.202 dólares, superando a Beijing (16.624 dólares) y Shanghai (16.251 dólares). Además, el PIB de Fosham creció un 8,3% en 2015 -frente al 6,7% de Beijing y al 6,8% de Shanghai- y su industria representa el 60% del PIB.
Un crecimiento que ha sido impulsado por el sector privado y que depende de la autofinanciación y no de la deuda. Es más, el sector privado financia dos tercios de la inversión fija de la ciudad que, a su vez, equivale al 30-40% del PIB.
La clave de este crecimiento ha sido incluir a la ciudad de Foshan en el el Delta del Río Perla, una zona económica muy potente de China en la que se encuentran varias ciudades de Hong Kong, Shenzhen y Guangzhou, asegurándose, así, conexiones con otros países del mundo. Sin embargo, éste no es el único motivo que ha llevado a la ciudad de Foshan a semejantes niveles de crecimiento. Gracias al desarrollo de actividades y capacidades en sectores especializados, han conseguido crear los mercados de iluminación y mobiliario más grandes del mundo.
Las políticas flexibles han hecho el resto: la especialización profesional, evitar la inexistencia de viviendas inasequibles y de oficinas innecesarias, la mejora de la atención sanitaria y la lucha contra la contaminación excesiva son algunas de ellas. Por ejemplo, la industria cerámica de Foshan, que antes, además de estar fragmentada, era sucia y utilizaba una gran cantidad de energía, ahora es mucho más eficiente, limpia y consolidada. Cada vez hay más conciencia sobre el potencial de las ciudades chinas y el caso de Foshan puede resultar muy valioso.