España cuadrará el déficit a través de los ingresos. Cristóbal Montoro presentaba este viernes las primeras cifras de los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Son unas cuentas esperadas, porque son las primeras que Mariano Rajoy tiene que pactar con Ciudadanos y PNV para sacar adelante la votación en el Congreso. Aunque no han deparado demasiadas sorpresas: crecimiento del 2,5%, paro que baja del 17%, gasto ministerial que se mantiene más o menos constante y reducción del déficit a través de los ingresos.
Lo primero que hay que decir es que el día grande de los PGE-2017 será el próximo martes, cuando el ministro de Hacienda acuda al Congreso para presentar todas las cifras del proyecto del Gobierno. Lo que se da a conocer a la opinión pública este viernes es un avance en el que faltan demasiadas claves para poder plantear una visión general. Por ejemplo, en lo que hace referencia al gasto, sólo se ofrecen los datos del límite del gasto no financiero del Estado, que pasará a ser de 118.337 millones frente a los 116.723 millones con los que se cerró la ejecución del Presupuesto de 2016. Son 1.614 millones más, pero en total este apartado no alcanza siquiera el 33% del total del PGE.
En este sentido, es más significativa la cifra de los ingresos. Montoro ha anunciado que para rebajar el déficit y poder cumplir (por primera vez desde que es ministro de Hacienda) con la cifra original pactada con Bruselas, habrá que subir lo que el Estado recauda vía impuestos. Y no se hará con nuevas medidas tributarias, ha asegurado, sino con el efecto del incremento en la recaudación de la mayor actividad económica. Es un reto complicado, porque recordemos que el déficit tiene que pasar del 4,54% de 2016 (4,33% sin contar ayudas a la banca) al 3,1% para este año. En Hacienda creen que lo conseguirán y estiman que los ingresos tributarios subirán un 8%, hasta superar los 200.000 millones de euros por primera vez desde el año 2007. Sólo este incremento histórico en la recaudación permitirá cuadrar las cuentas.
En el resto de las grandes cifras, nada muy destacado. Habrá más dinero para casi todas las partidas políticamente sensibles: 5.487 millones más para las comunidades autónomas, subida en las partidas de becas, incremento del 1% en el sueldo de los funcionarios, tasa de reposición del 100% para los empleados públicos, reducción del 90% de la tasa de temporalidad en la Administración, 67.000 nuevas plazas en las administraciones públicas, 100 millones más para dependencia, un 7,9% de incremento del gasto en Justicia, 342 millones para la lucha contra la pobreza infantil o un 4,1% más para I+D+i...
En cuanto al desglose de los ingresos tributarios, todas las grandes figuras verán un fuerte incremento de recaudación si se cumplen las previsiones del Gobierno. El IRPF un 7,7% más que en 2016, Sociedades un 12,6% e IVA un 7,3%. En total, la subida será del 7,9%, hasta los 200.963 millones de euros, 14.714 millones más que en el último ejercicio. Ya hay datos para los dos primeros meses de este año. Según los primeros datos recabados por Hacienda, en enero y febrero de este año la recaudación subió un 6,7% respecto a los mismos meses de 2016. Montoro explicaba este viernes en la rueda de prensa que espera que este dato continúe mejorando para alcanzar la meta prevista para todo el ejercicio.
El objetivo es lograr, por primera vez en la última década, cumplir con el objetivo pactado con Bruselas a comienzos de año (el 3,1% para 2017) y salir en el siguiente ejercicio del procedimiento de déficit excesivo. Montoro se vanagloriaba este viernes de que si se alcanza esa cifra, España habrá reducido en más de seis puntos sus números rojos desde que Mariano Rajoy llegó al poder, con un esfuerzo fiscal primario (sin contar intereses) de más de cinco puntos. En el Gobierno aseguran que ningún país del mundo ha hecho un ajuste semejante en estos años.