El ex presidente del gobierno José María Aznar vuelve a ser noticia. Esta vez, su nombre y sus ideas están de máxima actualidad a raíz de la conferencia que ha impartido en Toledo, en el marco de una jornada organizada por la Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha. En su intervención, el ahora cabeza visible de la Fundación FAES dio un toque de atención al gobierno de Mariano Rajoy y reivindicó la necesidad de adoptar reformas económicas de calado.
Aznar arrancó su intervención apuntando que "la empresa familiar es uno de los principales activos de la economía española" y señalando que este tipo de sociedades juega un "papel esencial para el fortalecimiento y el arraigo del tejido productivo", gracias a "su capacidad de emprender e innovar, de formar capital humano y de internacionalizarse…". El ex mandatario destacó que "un millón de empresas en España son familiares y generan 6,5 millones de puestos de trabajo, lo que supone el 67% del empleo privado".
A partir de esta exposición inicial, Aznar adoptó un tono más crítico y reclamó "un marco institucional estable y predecible, que impulse la creación de empresas". De hecho, el que fuera presidente del gobierno entre 1996 y 2004 denunció "las rigideces que pesan sobre la pequeña y mediana empresa" y "el peso regulatorio, que añade costes más allá de lo razonable, lastrando el dinamismo del tejido productivo".
La ponencia continuó con referencias al manejo de la crisis fiscal. "La recesión ha tenido un fuerte impacto en las cuentas públicas. Arrastramos problemas serios, con un componente estructural. En 2016 fuimos el país de la Eurozona con un déficit más alto, en torno al 4,5%. La deuda pública ronda el 100% del PIB. Y a esto hay que sumarle vencimientos a corto plazo por 170.000 millones de euros. Por tanto, no cabe duda de que somos muy vulnerables a los riesgos externos, que son muchos y variados: el Brexit, las eternas dudas sobre Grecia, el sistema bancario en Italia, el auge del populismo, el incipiente proteccionismo…", señaló.
Menos déficit y reforma fiscal
"No se trata de reducir el déficit y la deuda "porque lo dice Bruselas" o "porque los impone la Constitución", que también, sino de evitar sobresaltos que pueden llegar con cualquier cambio en las condiciones de financiación. Recuerden el verano de 2012. Hay que tener margen para afrontar posibles turbulencias. Pero se ha extendido más de lo deseable la cultura del déficit público como elemento generador de empleo. Y el déficit público no crea empleo. Todos los nuevos empleos que no estén soportados por reformas económicas se van con el ciclo económico, pero el déficit se queda ahí", apuntó.
Aznar indicó que "España necesita una combinación de reducción de gasto público, una reforma fiscal y una agenda de reformas estructurales que reduzca la tasa de paro estructural". ¿Y a qué se refería el ex presidente con su llamado a cambiar el modelo impositivo? Según apunta, "no se trata de subir o bajar este o aquel impuesto, sino de repensar todo el sistema. Tenemos tipos altos y recaudación baja. Hay que cambiar ese modelo, privilegiando el peso de los impuestos indirectos frente a los directos".