El gobierno del Ayuntamiento de Madrid quiere frenar la apertura de hoteles en el distrito Centro con una polémica instrucción que ha levantado revuelo desde que fue anunciada. De hecho, hace apenas unos días, Libre Mercado adelantaba que Ciudadanos había introducido una moción de urgencia contra esta decisión de la Administración Carmena.
Pero la cosa no ha acabado aquí. De hecho, el concejal del Partido Popular, José Luis Martínez Almeida, ha anunciado que el grupo popular ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo que aspira a tumbar esta instrucción, cuyo objetivo era bloquear el desarrollo de nuevos negocios por la vía de impedir el cambio de uso de los inmuebles.
Por parte del gobierno local, el delegado de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo, ha insistido desde hace semanas en que es necesario poner freno al desarrollo de negocios hoteleros en el centro de Madrid. En varias ocasiones, Calvo ha advertido que la Villa y Corte va camino de convertirse en un "parque temático" si no se toman medidas.
Ciudadanos tiene claro que la instrucción constituye "una moratoria hotelera encubierta, que se introduce por la puerta de atrás". El argumento ha calado en las filas populares, que además de presentar el recurso contra la instrucción, también han prestado sus votos a la iniciativa de la formación naranja.
El PSOE carga contra Ahora Madrid
También ha habido un cambio de actitud en las filas del PSOE. Y es que, a pesar de que Ahora Madrid se apoya a menudo en los socialistas para impulsar sus medidas estrella, esta vez el grupo que lidera Purificación Causapié ha apoyado a Ciudadanos y se ha opuesto a una instrucción que impediría que los edificios de uso residencial sean reconvertidos para uso empresarial.
De hecho, la concejal Mercedes González ha tomado la palabra en el Pleno del consistorio y ha espetado a Carmena y los suyos que, "si consideran que el centro es un "parque temático" de hoteles y tiendas de camisetas, será por la política que ha propiciado Ahora Madrid en estos dos años".
Nuevo varapalo, por tanto, para el gobierno local, que lidia ahora con el recurso de los populares y se enfrenta también al duro revés que supone la aprobación de la moción contra la instrucción, apoyada por PP y PSOE tras haber sido llevada al Pleno por Cs.