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Guerra entre Luxemburgo e Irlanda por atraer empresas de la City

Escala la pugna entre ambas plazas financieras. "No sabía que los irlandeses fuesen tan malos perdedores", bromea un ministro luxemburgués.

Escala la pugna entre ambas plazas financieras. "No sabía que los irlandeses fuesen tan malos perdedores", bromea un ministro luxemburgués.
El Brexit desencadena una lucha entre Dublín y Luxemburgo | Flickr/ Andy Sedg

A río revuelto, ganancia de pescadores. Eso dice el refrán y eso parecen creer los máximos responsables de las grandes capitales europeas, que se han lanzado a la conquista de las principales empresas de la City londinense desde que, el pasado 23 de junio, los votantes británicos votaron mayoritariamente a favor de abandonar la Unión Europea.

Madrid, sin ir más lejos, ha articulado su candidatura a través de la campaña Think Madrid, liderada por el mediático economista y gestor de fondos, Daniel Lacalle. Pero nuestra capital no está sola. La lista de ciudades del Viejo Continente que quieren hacer negocio con el Brexit es muy larga. Se habla mucho de Frankfurt y de París como dos de las candidatas más sólidas, pero poco a poco han ido irrumpiendo con fuerza otras ciudades.

Es el caso de Dublín, que cuenta con varios puntos a su favor. De entrada, la economía irlandesa va como un tiro, con una proyección de crecimiento del 5 por ciento para 2017. A esto hay que sumarle el exitoso sistema tributario del Tigre Celta, articulado alrededor de un Impuesto de Sociedades del 12,5 por ciento. Y, evidentemente, el idioma o la cercanía a las islas británicas son otros puntos a favor de Dublín.

Lo que no esperaban los irlandeses era que Luxemburgo entrase al terreno de juego con la fuerza demostrada en los últimos meses. De hecho, este pequeño país ha levantado las iras del ministro de Finanzas irlandés, que se ha quejado formalmente ante la Comisión Europea por la agresividad con la que Luxemburgo está buscando negocio en Londres.

A la gresca por AIG

De momento, la primera gran batalla entre ambas candidaturas la ha ganado Luxemburgo. La aseguradora AIG tenía clara su decisión de trasladar buena parte de su negocio londinense a algún país de la Unión Europea. Lo que no estaba claro era el lugar de destino, pero Luxemburgo ha terminado imponiéndose por delante de Dublín y de las demás ciudades aspirantes.

Según declaraciones del gobierno irlandés a la agencia Reuters, "varias fuentes nos confirman que las ventajas e incentivos que se están ofreciendo desde otras ciudades son muy agresivas, hasta el punto de que se quiere permitir la operativa en la UE sin necesidad de aportar el capital suficiente para respaldar el funcionamiento de estas nuevas oficinas".

La respuesta de Luxemburgo no ha tardado en llegar. "No pensaba que los irlandeses fuesen tan malos perdedores", bromeó Nicolas Mackel, titular de la cartera de Finanzas, en declaraciones concedidas al Financial Times. Según Mackel, "hay muy buenas razones para que AIG y otras muchas empresas elijan Luxemburgo como su nueva sede. Ofrecemos una buena ubicación, en el corazón de Europa, pero también estabilidad económica, integración en los mercados internacionales, experiencia a la hora de canalizar negocios, fiscalidad atractiva…".

Pero la polémica está servida y la Unión Europea ya ha movido ficha, movilizando a los técnicos de sus agencias de regulación financiera para que investiguen este tipo de quejas. Mientras tanto, los gobiernos de las grandes capitales seguirán tratando de conquistar a las empresas que tienen previsto hacer las maletas. Agárrense, que vienen curvas.

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