El auge de la okupación en España hace que se den hechos insólitos que se escapan a la razón. Este es el caso de Inmaculada Efna, una propietaria de una vivienda del barrio de Son Gotleu en Palma de Mallorca, que ha sido víctima de estos enemigos de la propiedad propiedad privada.
Todo comenzó cuando Inmaculada fue a meter la llave para entrar a su piso y la cerradura no le respondió, tal y como cuenta en una entrevista al diario Ultima Hora. Al ver que habían cambiado la cerradura, la propietaria no dudó en romperla con ayuda de su sobrino y bajó a la ferretería para volver a poner otra nueva. Fue entonces, cuando llegaron los okupas, una mujer y un hombre, que amenazaron con un cuchillo a esta mujer de origen guineano, asegurando que era su casa.
Ante tales amenazas, Inmaculada llamó a la Policía, pero cual fue su sorpresa cuando los agentes la detuvieron acusándola de un presunto delito de allanamiento de morada. Según la afectada, lleva desde el año 2004 pagando la hipoteca de ese piso y se ha sentido tratada "como una delincuente".
Después de salir del calabozo, Inmaculada ha tenido que alquiler una habitación con sus cuatro hijos menores. Asegura que los okupas siguen en su casa, mientras ella paga la hipoteca.