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Montoro, el mayor enemigo de las empresas por encima de la morosidad y la crisis

Los impuestos fueron el factor más negativo para la buena marcha de las empresas durante el pasado año.

Los impuestos fueron el factor más negativo para la buena marcha de las empresas durante el pasado año.

Casi el 31% de las empresas señala que el aspecto que impactó más desfavorablemente en sus negocios durante el año 2016 fue la fiscalidad, seguido del entorno macroeconómico, la morosidad, la regulación económica, la demanda de sus productos y la disponibilidad de financiación.

Así lo recoge una encuesta de opinión sobre el entorno empresarial realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la última quincena de 2016 sobre una muestra de establecimientos que cubre todo el territorio nacional, todos los sectores económicos y los distintos tamaños de los establecimientos. En concreto, coincidiendo con el adelanto del pago fraccionado en el Impuesto sobre Sociedades que aprobó por sorpresa el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el 30,9% de los gestores empresariales señalan la fiscalidad como el elemento que impactó más negativamente en su negocio durante el año pasado, frente al 26,7% que declaró lo mismo en 2015.

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En 2015, las empresas apuntaron a la morosidad como el aspecto más negativo para sus negocios. Sin embargo, con los cambios en el Impuesto sobre Sociedades, la fiscalidad ha pasado a primer plano y se ha convertido en el aspecto más desfavorable para la actividad empresarial. Le siguen el entorno macroeconómico (27,2% frente al 28% de 2015), la morosidad (27% frente al 30,7%), la regulación económica (25,7% frente al 25,6%), la demanda de sus productos (25,5% frente a 28,2%) y la disponibilidad de financiación (18,3% frente al 21,5% de 2015).

Con un porcentaje superior al 13% se citan los costes judiciales, los costes 'input' y la eficiencia del mercado de trabajo, mientras que los aspectos que menos impacto negativo tuvieron sobre el negocio fueron las infraestructuras (9,1%), la adecuación del capital humano (8%) y la insuficiencia de equipamiento (7,6%).

Los impactos más favorables en el negocio vinieron de la mano de la demanda de sus productos (15,3% frente al 16,3% de 2015), el entorno macroeconómico (12,4% frente al 14,4%) y la disponibilidad de financiación (10,3% frente al 11,6% de 2015). La fiscalidad fue el componente con mayor impacto desfavorable par para todos los sectores económicos (industria, construcción, comercio, transporte y hostelería y otros servicios).

Para las pequeñas y medianas (menos de 10 asalariados, entre 10 y 49 asalariados y de 50 a 199 asalariados) , la fiscalidad es el componente más negativo para su negocio, mientras que para las empresas de 200 a 999 asalariados y de más un millar de asalariados lo es el entorno macroeconómico.

La demanda, fundamental para crecer

Para las empresas, los componentes del entorno empresarial a los que dan mayor importancia para su capacidad de crecimiento son la demanda de sus productos (53,5%), el entorno macroeconómico (38,6%) y la fiscalidad (35%). Los dos primeros ya fueron considerados los más importantes en 2015, mientras que en el caso del tercer componente la fiscalidad ha desbancado a la morosidad.

Por el contrario, factores como los costes judiciales, la insuficiencia de equipamiento o las infraestructuras son considerados por las empresas como de escasa importancia para la capacidad de crecimiento de sus negocios.

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