El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha señalado que el Gobierno en algunas ocasiones se encuentra "más cerca" de los intereses lícitos de algunos sectores a la hora de abordar la regulación de la denominada economía colaborativa que del cambio y la evolución.
En un encuentro con la prensa en el XXX Curso de Economía para periodistas de información económica, Marín Quemada ha asegurado que la CNMC está "absolutamente disponible" a adaptarse al nuevo escenario que plantea la economía colaborativa, a la que prefiere llamar economía digital, pero ha reconocido que está siendo "difícil" por existen hay muchos intereses en los sectores.
El presidente de la CNMC, ha señalado que tiene la sensación de que sí han podido haber presiones naturales por parte de algunas empresas al Gobierno para defender sus intereses ante quien desarrolla la normativa, pero ha añadido que a él no le constan porque no era "ni el presionador ni el presionado" y no ha estado ahí.
En este sentido, ha admitido que gobernar es muy difícil, porque exige tener presente una serie de exigencias, equilibrios, requerimientos o deberes, mientras que una agencia independiente como la CNMC tiene que aplicar las leyes que le son propias, en este caso la aprobada en 2007, y no debe tener en cuenta la sensibilidades de ciertos sectores más tradicionales.
A este respecto, ha incidido en que esta ley se ha quedado ya "un poco atrás", ya que en los últimos diez años se han producido "cambios profundos a una celeridad extraordinaria", por lo que ha señalado que es necesario hacer "un ajuste fino" a esta "magnifica" ley. En este contexto de rápido cambio, ha remarcado que instituciones como la CNMC tiene el deber de ser independientes y cumplir con las leyes las han visto nacer y crecer. "Aunque crecer no creo que nos dejen", ha apostillado en referencia a la propuesta del acuerdo de PP y Ciudadanos de dividir la Comisión en dos organismos.
Misma normativa para todos
Asimismo, Marín Quemada ha asegurado que no es difícil que las empresas de la economía colaborativa estén sujetas a toda la normativa que le corresponde y, en el caso de los impuestos, ha remarcado que no hay más que fijar una fiscalidad en destino, algo que "está inventado hace mucho tiempo". En este sentido, ha resaltado que "de ninguna de las maneras" se pueda utilizar para referencias a las nuevas empresas como Amazon, Uber o Blablacar a las nuevas actividades que adopte la economía más tradicional como economía sumergida 2.0.
Preguntado por si un decreto ley sería una opción para al economía colaborativa, ha señalado que no es "muy partidario" de recurrir a ellos en general porque es "hurtar a la soberanía popular" el papel que le brinda el Parlamento. Así, ha criticado que se haya generalizado el uso de esta normativa que debe ser excepcional para casos de urgencia.
Por otro lado, ha añadido que en el registro voluntario de grupos de interés nacional que estableció la CNMC, que cuenta con 400 empresas dadas de alta, hay muy pocas del Ibex 35, que en cambio están todas en el establecido por Bruselas, que sí es obligatorio. A su juicio, es necesario un proceso de madurez para reconocer el papel que le corresponden a estas instituciones. "En España hay un poco de tramo por recorrer en este aspecto; las instituciones aún se confunden con el Gobierno cuando son una cosa totalmente distinta", ha agregado.