Ocho días después de que terminaran las votaciones de la consulta ciudadana que el Gobierno de Manuela Carmena puso en marcha en Madrid, varios concejales del Ejecutivo local comparecieron para ofrecer los datos cuando ya hay un 99% de votos escrutados. Y es que aún este lunes por la mañana continúan los voluntarios contabilizando las papeletas en las naves de Matadero.
La primera en hablar fue la portavoz municipal. Rita Maestre calificó de "éxito rotundo" y "sin paliativos" este proceso. "Hemos comprobado, como intuíamos, que la ciudadanía madrileña tenía ganas de participar". Todos los mayores de 16 años y empadronados en Madrid, lo que supone un censo ligeramente superior a los dos millones y medio de personas, estaban llamados a votar en este proceso donde se decidía, entre otras cuestiones, el proyecto para la Plaza de España o algunas más polémicas relacionadas con la Gran Vía.
Pues bien, de esos más de dos millones y medio de personas con derecho a voto, han participado 212.108 personas, el "7% de las 2.7000.000 cartas" enviadas, mientras que el número de votos emitidos ha sido de 950.015. De este total, un 54% ha participado a través de correo postal, un 35% lo ha hecho por medio del portal digital y, por último, un 11% ha acudido a alguna de las urnas colocadas en la capital. En ningún distrito la participación ha estado por debajo del 5%, destacó el edil Pablo Soto, siendo el de Centro el más participativo con más del 10%.
El proyecto ganador de Plaza de España ha sido Welcome Mother Nature, el proyecto X, apoyado por poco más del 52% de los votos. Éste prevé conectar la plaza con la Gran Vía a través de una explanada, además de incrementar la zona de arbolado incluyendo jardines de olivos y magnolias. Se cambiará la dirección de la estatua del Quijote, que mirará hacia la Gran Vía y el Edificio España. El monumento estará rodeado por una lámina de agua con surtidores. El túnel de la calle de Bailén se prolongará hasta Ferraz y se incrementará la zona peatonal en superficie.
Hay que recordar que en octubre del año pasado el Gobierno de Carmena pidió a los madrileños que eligieran sobre 70 proyectos. Se celebró una consulta para decidir las líneas generales que debía tener el proyecto de la plaza y una segunda para determinar cuáles de esos 70 planes propuestos eran los que tenían más apoyos. En esta última consulta, participaron unos 7.000 residentes mayores de 16 años.
Los madrileños eligieron, por este orden, los siguientes proyectos: Pradera urbana (903 votos) y The Fool On the Hill (784). Por detrás quedaban otras propuestas que lograron una horquilla de entre 400 y 100 respaldos. Finalmente, un jurado —integrado por profesionales del urbanismo, la arquitectura, etc— sería el encargado de seleccionar entre los más votados los dos que llegarían a la final. Su decisión no coincidió con lo votado por los madrileños: consideraron que los mejores eran los que habían quedado en tercera y décima posición. Ahora, la ciudadanía se ha decidido por Welcome Mother Nature frente a Un paseo por la cornisa, el proyecto Y.
Las preguntas "teledirigidas" sobre la Gran Vía
Las cuatro preguntas sobre la Gran Vía –que en ningún caso recogían la posibilidad de peatonalizarla, decisión ésta que no se ha sometido a consulta– han sido refrendadas por 83.100 personas. Sobre éstas ha habido bastantes dudas ya que muchos acusaban de "orientar" el voto. Así lo señaló una de las vecinas del distrito Centro en un foro de debate celebrado el pasado 23 de enero. También el decano del Colegio de Arquitectos, José María Esquiaga, y el PP: "Están absolutamente teledirigidas".
Un 85,49% de votantes ha afirmado estar de acuerdo con la ampliación de las aceras de esta calle, frente al 13,79% que rechaza la medida; la mejora de las plazas traseras vinculadas a Gran Vía ha obtenido el apoyo del 88,25% frente a un 9,8% que se ha manifestado en contra. Un 66,74% aboga por incrementar el número de pasos de peatones, frente al 31,44% que rechaza la medida y un 92,23% de los participantes cree que el transporte público colectivo debe mantener su prioridad en la circulación rodada en esta arteria principal de la ciudad frente al 6,71% que está en contra.
También ha sido respaldada la propuesta de billete único por el 94,01%, algo para lo que no tiene competencia directa el Ayuntamiento. Y la propuesta "Madrid cien por cien sostenible" ha cosechado el 89,16% de los votos a favor. También las preguntas planteadas en algunas distritos por el Gobierno de Ahora Madrid han sido respaldadas.
El coste de la gran consulta de Carmena
El coste de la primera votación ciudadana ha sido de 1,1 millones de euros, una cantidad que según el delegado de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, supone un coste per capita diez veces inferior al coste de unas elecciones al uso. Esos 1,1 millones de euros representan un 0,02 por ciento del presupuesto municipal, apostilló Soto, es decir, que de cada mil euros destinados a las políticas públicas 20 céntimos se han destinado a la consulta.
A autobuses, marquesinas y banderolas se han destinado 43.525 euros, a campaña de publicidad 350.000; al diseño gráfico 32.912 euros; a cartelería 13.254; a señalización de los puntos de votación 19.686; a la instalación de puntos de votación 24.684 euros; sobres y papeletas 77.899 euros; a la impresión de cartas y sobres 146.159; al ensobrado 18.620 y al envío de cartas 384.170 euros.
La "trampa colosal de los populistas"
La rueda de prensa se celebró minutos antes de que tuviera lugar el Pleno municipal. Tanto PP como Ciudadanos lamentaron que la alcaldesa no compareciera para tratar este asunto y fueron muy críticos con todo lo relacionado con este proceso.
No obstante, la portavoz de los populares en el Consistorio capitalino se dirigió expresamente a Carmena para decirle que tras "casi 60 años en política, sabe perfectamente que todo esto de la participación es una trampa colosal que utilizan los populistas para confundir a los ciudadanos; es una trampa para que pierdan su fe en la democracia y para que pongan su confianza en los caudillos, como Chávez, como Perón, como Maduro, que curiosamente siempre se presentan al margen de la política y de los partidos políticos, como hace usted. Ellos, los caudillos populistas, están siempre al margen de los partidos, están por encima de esto, como usted. Ellos están en relación directa con lo que llaman la gente, de la que se arrogan toda la representación, frente a la casta, que es la manera que tienen de llamar a los demás políticos. Los populistas siempre predican esa relación directa con el pueblo, sin intermediarios, como usted con esa farsa de la consulta que acaba de celebrar", afirmó tajante.
Esperanza Aguirre citó al exministro José María Maravall que, en un artículo, arremetía contra los populismos a cuenta de Podemos: "El populismo es difícilmente compatible con la democracia porque el vínculo directo entre gobernantes y pueblo se ejercita mediante plebiscitos y referendos, un instrumento manipulable donde los haya. (…) Se ignora lo que sabemos desde hace más de dos siglos que, en sociedades grandes y complejas con intereses heterogéneos, la única democracia posible es la democracia representativa, con pesos y contra pesos entre los diferentes poderes y que la democracia directa se opone a cualquier contenido deliberativo de la democracia".
Y dirigiéndose expresamente al concejal de Participación Ciudadana, Aguirre señaló que esta consulta ciudadana "no es democracia, es demagogia". Y es que, según la dirigente popular," consultar a la gente decisiones triviales o sobre asuntos que exceden la capacidad o el interés de la mayoría de los vecinos es sólo demagogia. Pero no demagogia barata, porque esta farsa nos ha salido muy cara. Sale muy cara en dinero, pero sale más cara en la erosión que lleva consigo de la confianza de los ciudadanos en nuestra democracia". Aguirre afeó a Carmena y su equipo que mientras dedican su tiempo a estas prácticas se ocupan "muy poco de las necesidades de los vecinos. ¿A que no han preguntado si quieren que se limpie más?".
Proceso "sin garantías"
Por su parte, desde Ciudadanos también arremetieron con fuerza contra esta gran consulta ciudadana. Silvia Saavedra afirmó que este proceso electoral "no ha tenido garantías". En cuanto a la votación por correo puso como ejemplo que a cada casa "llegan varios sobres", por lo que "una persona de una misma familia puede votar por todos" sus miembros. Sobre la votación presencial, a través de urnas colocadas en distintos puntos de la ciudad y espacios municipales, Saavedra afeó que ésta estuvo controlada por "Voluntarios por Madrid", que han estado "manejando los datos del padrón municipal, (…) datos que son confidenciales". Por último, se ha podido votar por internet. Esta votación -denunció la portavoz centrista- la ha organizado "la empresa cabecera de Podemos", cuya experiencia profesional es "organizar los procesos participativos de Podemos". Y se le ha "adjudicado a dedo". Silvia Saavedra también puso en duda las garantías legales con que ha contado el recuento de votos: "la única vigilancia es un policía en el exterior".
"La gente toma decisiones muy correctas"
Por su parte, Soto defendió con entusiasmo su proyecto. "Estos procesos de participación ciudadana generan mejores decisiones que los procesos que incluyen a unas pocas personas aunque sean representantes. Esto ya lo sabíamos porque estos procesos, que aquí son inauditos, se llevan realizando siglos en otras partes del mundo: en Suiza desde 1848 tienen la iniciativa ciudadana; se votan cientos de referéndums en EEUU por iniciativa ciudadana al año; a lo largo y ancho de todas las grandes ciudades europeas surgen procesos de participación que en Madrid nunca habían ocurrido".
Según el edil de Ahora Madrid, "la realidad es que cuando los políticos toman decisiones (como cuál debe ser el modelo urbanístico para la Plaza de España) en despachos cerrados se producen sobrecostes de miles de millones, como ocurre en la M-30 o aeropuertos peatonales como están sufriendo en otros sitios, y cuando es la gente la que toma esas decisiones toma decisiones muy correctas".
Aun a pesar de esto, Soto insistió en que "estos procesos de participación directa son un complemento a la democracia representativa, no pone en cuestión ni va a tumbar el sistema representativo, va a complementarlo para ayudar a tomar las mejores decisiones, para poner freno a los políticos cuando toman malas decisiones y para impulsarlos cuando no se atreven a tomar decisiones".