Cada año se publica el Rule of Law Index, un ranking que evalúa a los distintos países del mundo dependiendo de la calidad de su sistema judicial y sus instituciones. El objetivo del proyecto es medir en qué casos cabe hablar de un Estado de Derecho en el que rige el imperio de la ley y en qué casos estamos ante instituciones débiles, arbitrarias e ineficientes.
El informe mide varios factores. ¿Hay límites efectivos al poder del Ejecutivo? ¿Qué grado de corrupción se observa en las instituciones? ¿Se gestiona con transparencia y desde un criterio de gobierno abierto? ¿Hay respeto por los derechos fundamentales? ¿Estamos ante un país seguro? ¿Se cumplen las leyes aprobadas por el Parlamento? ¿Funciona la Justicia civil? ¿Y la Justicia penal? ¿Qué hay de la mediación y otras fórmulas de resolución informal de disputas contractuales? He aquí algunas de las preguntas que pretende resolver el Rule of Law Index, que se apoya en indicadores cuantitativos y también en resultados cualitativos derivados de encuestas.
El índice coloca en los diez primeros puestos a Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, Holanda, Alemania, Austria, Nueva Zelanda, Singapur y Reino Unido. Todos estos países reciben más de 80 puntos en una escala de 0 a 100. También por encima de 80 pero fuera del top 10 nos encontramos con Australia y Canadá.
España, en el puesto 24
Antes de encontrarnos con España, que ocupa el número 24 de la lista, tenemos a Bélgica, Estonia, Japón, Hong Kong, República Checa, Estados Unidos, Corea del Sur, Uruguay, Francia, Polonia y Portugal. Nuestro país recibe una calificación de 70 puntos, lo que nos vale para superar a Costa Rica y Chile (comparten el puesto 25 con 68 puntos).
Peor es la nota que reciben Italia (puesto 35, 64 puntos) y Grecia (puesto 41, 60 puntos), aunque la palma se la llevan Afganistán, Camboya y Venezuela, relegados a los tres últimos lugares de la lista (111, 112 y 113) con evaluaciones de apenas 35, 33 y 28 puntos, respectivamente.
Si restringimos el ranking a los países integrados en la Unión Europea y sus áreas comerciales hermanas, vemos que España queda relegada al segmento medio-bajo de la tabla:
Lo mismo ocurre si nos fijamos en la clasificación según el nivel de riqueza de los países. España entra en el grupo de países ricos y, una vez más, queda relegada a un lugar de poco brillo:
Por categorías
En clave global, España ocupa el puesto 24 de 113. Sin embargo, el índice permite desglosar la calificación para comprobar lo bien o mal que va nuestro país en las distintas categorías analizadas. Hay tres categorías que destacan por encima del resto: ocupamos el puesto 20 en lo tocante al respeto de los derechos fundamentales y el puesto 23 en las categorías de gobierno abierto y límites al poder del Ejecutivo. En lo tocante al cumplimiento de las leyes, estamos en el número 24 de la tabla.
Peor es la evaluación que recibimos en las categorías dedicadas a corrupción (puesto 28), la justicia civil (puesto 29) y la justicia penal (puesto 30), aunque la peor nota es la que obtenemos en orden y seguridad, donde ocupamos el número 36 del índice mundial.