Parecería que los ecos de la Gran Recesión en España no acaban nunca. Y es que a pesar de que el país crece con fuerza desde hace al menos dos años, el sentimiento generalizado pareciera ser el de un país consumido por la continua resonancia de su propia desgracia.
De la misma manera que el crecimiento económico es un hecho más allá de las percepciones del español medio, también el cambio de modelo productivo es una realidad que supera las continuas tergiversaciones de políticos y economistas que, simplemente, pretenden convertir en rédito político el sufrimiento (percibido o real) ajeno.
El cambio de modelo productivo
Así, 2015 ha sido el primer año desde 2007 en el que la formación bruta de capital fijo (la inversión en capacidad productiva futura) ha aumentado con respecto al año anterior. Más importante incluso que la cifra total de inversión en capital fijo es su composición, ya que nos muestra los patrones productivos del futuro. Como podemos ver, la formación en capital fijo ha sufrido un gran cambio desde el pico de la burbuja inmobiliaria.
Así, vemos cómo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la formación bruta de capital fijo destinada a vivienda llegó a acaparar casi el 70% de la nueva inversión en 2006. Esta cifra baja al 50% en 2015. En claro contraste, la inversión en maquinaria y bienes de equipo llegó a bajar al 23,6% en 2006, mientras que en 2015 superaba ya el 34%. La propiedad intelectual, o lo que es lo mismo, el resultado del I+D, gran asignatura pendiente de la economía española, aumenta desde un modesto 7% en 2006 hasta un 15% en 2015.
Si vamos a los datos de formación de capital fijo proporcionados por Eurostat, podemos ver que el sector productivo español está siendo transformado. La construcción pasa de representar casi el 15% de la inversión en capital fijo a un 6,7% en 2014. Llama la atención el sector energético con una inversión que pasa de 2,3% del total al 9%. Igualmente interesante es ver la evolución de la inversión en actividades profesionales, científicas y técnicas, que aumenta desde el 1,7% al 4,5%.
Parecería que, efectivamente, la construcción se desinfla y otros sectores toman el relevo. Destacan los incrementos en las actividades científicas y el sector energético. También podemos ver cómo el apartado de construcción y bienes raíces de la economía española se encontraba muy por encima de los números de otros países europeos. Desde 2009, cae con fuerza hasta situarse en 2015 en una posición muy parecida a de los socios europeos. Así pues, todo indica que, efectivamente, España ha realizado el tan ansiado cambio de modelo productivo.
Daniel Fernández Méndez es director de UFM Market Trends y profesor de la Universidad Francisco Marroquín. Si quiere profundizar sobre éste y otros temas económicos suscríbase a los informes de UFM Market Trends.