Los precios vuelven a subir. El Índice de Precios de Consumo (IPC) cerró el año 2016 en el 1,6%, su cuarta tasa positiva consecutiva y su nivel más alto desde julio de 2013, tal y como han desvelado los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, los bolsillos de los españoles han empezado a notar este ascenso de la casi olvidada inflación.
El IPC está dividido en varias categorías, entre las que se encuentra la de Alimentos y bebidas no alcohólicas, una de las que más afecta al día a día de todos los consumidores. Dentro de esta clasificación, fue la patata el artículo que más se encareció en la cesta de la compra el pasado año, un 7,8% concretamente. Aunque el INE publica cuáles son las variaciones de los precios de los productos para los ciudadanos, se reserva las cifras concretas de sus importes medios.
Pero la patata no sólo ha subido para el consumidor, también lo ha hecho desde el inicio de la cadena de valor del producto, o dicho de otra forma, desde el campo. "Cada firma de supermercados tiene su propia política comercial, y es difícil saber cuál es el precio medio de venta al público de la patata. Mercadona, por ejemplo, suele hacer ofertas en las patatas como reclamo", ha explicado el presidente del Comité de la Patata de FEPEX, José Ramón Aguado, a Libre Mercado. "Eso sí, como el precio de compra al agricultor ha subido, el consumidor lo tiene que notar (como se observa en los datos del INE), aunque hay otros factores intermedios que también influyen en el precio final", ha añadido. El precio del transporte es uno de ellos.
En este punto es el Ministerio de Agricultura el que maneja los datos. Si a cierre de 2015 el kilo de patatas se pagaba al agricultor a un precio medio de 20 céntimos, en el mismo mes de 2016 su precio era de 27 céntimos, un 23% más.
Más lluvias en la siembra y más calor en la recogida
José Ramón Aguado ha señalado cuáles son los motivos del encarecimiento de este popular tubérculo en 2016. Las razones son principalmente climatológicas.
"La patata es un producto que tiene muchos dientes de sierra. El fallo principal del pasado año fue que se recortó la producción debido a la climatología", cuenta el experto. A finales de febrero y principios de marzo "hubo muchas lluvias que hizo que sembráramos más tarde y con peores condiciones de siembra". Además, en la época de recogida, entre junio y julio, "hubo unas temperaturas muy elevadas que hizo que adelantáramos la recolecta", añade. Así, esta reducción del ciclo vegetativo de la planta hizo que "la producción cayera en torno a un 15% de lo que consideramos un año normal, lo que subió los precios", asegura.
A esta situación hay que sumarle que "España es un país deficitario en patata". En los cinco primeros meses del año, nuestro país importa el producto, principalmente de Francia. "Y en Francia también se recortó la producción debido a las condiciones climatológicas y a que otros países le han pagado mejor la patata y la han exportado allí". Según el experto, el sector nacional sólo exporta patata entre los meses de abril y mayo. Portugal, Reino Unido, Alemania e Irlanda se encuentran entre nuestros principales clientes.
José Ramón Aguado señala España importa 700.000 toneladas de patatas y produce unos 2 millones. Las principales áreas de cultivo están en: Castilla y León (20.000 hectáreas), Galicia (15.000), Andalucía (11.000) y Murcia (5.000). Y usted ¿ha notado en su bolsillo el encarecimiento de la patata este año? Si la respuesta es no, tiene suerte, compra en un comercio con buenos precios.