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Por qué las previsiones del FMI no deberían ser tomadas en serio

El FMI ha fallado de forma reiterada en sus pronósticos y, de hecho, ha cambiado varias veces de criterio durante el último año.

El FMI ha fallado de forma reiterada en sus pronósticos y, de hecho, ha cambiado varias veces de criterio durante el último año.
Christine Lagarde, directora gerente del FMI | Cordon Press

Las previsiones de los organismos internacionales suelen servir como referencia para vislumbrar la futura evolución de la economía mundial y sus principales integrantes a corto y medio plazo. Sin embargo, el paso del tiempo demuestra que sus pronósticos rara vez se cumplen.

Éste es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI). Su último informe sobre Perspectivas Económicas Globales, publicado el pasado lunes, estima que el PIB mundial crecerá un 3,4% este año y un 3,6 % en 2018, tras avanzar un 3,1% en 2016. El motivo de este repunte radica, por un lado, en la supuesta aceleración que experimentará EEUU gracias al estímulo fiscal que pondrá en marcha el presidente electo Donald Trump, y, por otro, a que China crecerá más de un 6%, despejando así las dudas que pesaban sobre la fortaleza del gigante asiático.

Sin embargo, ante este tipo de pronósticos que difunde el FMI de forma trimestral, se suele pasar por alto el grado de acierto que cosechan sus anteriores previsiones cuando se amplía un poco la perspectiva temporal. Así, si se retrocede a 2010, se observa que el FMI, al igual que otros organismos y entidades, ha sobreestimado la rapidez e intensidad de la recuperación mundial tras el estallido de la Gran Recesión, ya que ha tenido que revisar a la baja sus pronósticos iniciales de crecimiento, año tras año.

Entre 2010 y 2014, calculó que el PIB mundial aumentaría entre un 4% y 5% en 2016, hace ahora un año, reducía ya su previsión al 3,4% y, finalmente, el crecimiento real ha sido del 3,1%… Una diferencia de hasta 2 puntos porcentuales entre la primera estimación y la realidad, lo que supone un desvío de casi el 70%.

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Fuente: FMI y Visual Capitalist

De hecho, basta atender a sus pronósticos del último año para evidenciar la escasa fiabilidad del Fondo y su errático cambio de criterio:

  • En julio de 2016, el FMI revisaba a la baja el crecimiento mundial -y británico- debido a la incertidumbre que se derivaba de la aprobación del Brexit (la salida de Reino Unido de la UE).
  • En octubre de 2016, advertía del posible estancamiento que podrían sufrir las economías avanzadas y del riesgo que supondría el proteccionismo comercial.
  • Mientras que este enero se ha desdicho de sus dos pronósticos previos, tras revisar al alza tanto el crecimiento de Reino Unido como el de EEUU, a pesar del Brexit y del riesgo proteccionista que ostenta la Presidencia de Donald Trump.

Según las proyecciones actuales, las economías avanzadas crecerán 1,9% en 2017 y 2,0% en 2018; es decir, 0,1 y 0,2 puntos porcentuales más que en el pronóstico de octubre; EEUU, por su parte, repuntará un 2,3% en 2017 y un 2,5% en 2018, una y cuatro décimas más que la anterior previsión; mientras que Reino Unido crecerá un 1,5% este ejercicio, frente al 1,1% previo.

Dado el escaso nivel de aciertos que presenta el FMI, no es de extrañar que en sus últimos informes, incluido el de enero, destaque la "particular incertidumbre" geopolítica que existe en la actualidad para no pillarse los dedos sobre la futura evolución de la economía mundial.

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