El expresidente del Gobierno y expresidente de honor del PP, José María Aznar, lanzó el pasado lunes varios dardos contra la política económica de Mariano Rajoy, al advertir de que la combinación de "impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso".
En materia fiscal, advirtió de que "no se trata de subir o bajar este o aquel impuesto, sino de orientar el sistema tributario al crecimiento económico y a su potencial recaudatorio"; en cuanto al déficit, recordó que subir impuestos no es la "única forma" de lograr su reducción, mientras que "el gasto público ya fue en 2015 muy superior al registrado en 2007; y sobre la deuda, Aznar insistió en que no puede ser vista como un "recurso indoloro para pagar el Estado de bienestar".
Por ello, concluyó que "la estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opción sino un imperativo, si se quiere dejar atrás la crisis y participar con éxito en la economía global", añadiendo, además, que su mensaje iba dirigido a "todas las fuerzas políticas", incluido el PP.
Ahora bien, ¿tienen fundamento tales críticas? Y, sobre todo, ¿debe Rajoy darse por aludido? España bordeó de la quiebra soberana entre 2010 y 2012, en plena crisis de deuda europea, tras acumular un abultado déficit y deuda pública, cuyo incremento trató de ser compensado mediante constantes subidas de impuestos, tanto por parte del PSOE como del PP, sin que surtiera el efecto esperado. De hecho, la fuerte tensión financiera a la que estuvo sometida España y el resto de países débiles de la zona euro durante ese período tan solo fue apaciguada tras la promesa de rescate que lanzó el Banco Central Europeo (BCE) en el verano de 2012.
La cuestión es que si el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero recibió duras críticas por esa irresponsable deriva presupuestaria, Mariano Rajoy no debería quedarse atrás, puesto que ostenta varios récord en materia de impuestos, déficit y deuda, superando incluso a su predecesor en el cargo.
La mayor subida fiscal de la historia
Así, si Zapatero aplicó una de los mayores incrementos fiscales de la democracia tras subir IRPF, Sociedades, IVA e Impuestos Especiales, entre otras partidas, durante su última legislatura en el poder, Rajoy, lejos de cambiar de estrategia, siguió su estela y volvió a elevar las principales figuras tributarias.
Como resultado, y a pesar de que en 2015 revirtió parte de esas subidas -coincidiendo con las elecciones generales-, los españoles pagaron en el primer mandato de Rajoy unos 15.400 millones de euros más en impuestos que con Zapatero en 2011 debido a los cambios tributarios, tal y como recoge el último informe anual de la Agencia Tributaria.
No en vano, familias y empresas tuvieron que hacer frente en 2015 a uno de los tipos efectivos más altos de la democracia, con una media del 15,2% de sus ingresos (IRPF y Sociedades) y gastos (IVA y Especiales), lo que supone un aumento del 23% con respecto a 2009.
Y la mayor prueba de ello es que la recaudación fiscal del Estado superó los 182.000 millones de euros en 2015, unos 21.000 extra respecto a 2011, un 13% más. En concreto, el Estado recaudó unos 2.500 millones de euros más en IRPF que en 2011, unos 4.000 millones extra por el Impuesto de Sociedades y otros 11.000 millones más por IVA, entre otras partidas. Y ello, a pesar de la destrucción de empleo y las pérdidas que registraron numerosas empresas durante la crisis.
Asimismo, si se suman todos los recursos no financieros del sector público, los ingresos públicos crecieron en más de 28.000 millones durante la primera legislatura de Rajoy, hasta superar los 415.000 millones en total, la segunda mayor recaudación de la historia tras el récord registrado en 2007, en el pico de la burbuja crediticia. Y, de hecho, todo apunta a que en 2016 se superó esa cifra, mientras que rondará los 440.000 millones en 2017, recuperando así el récord recaudatorio de 2007.
El déficit más alto de la zona euro
Por otro lado, aunque el récord de déficit público obra en poder de Zapatero, tras registrar un agujero fiscal equivalente al 11% del PIB en 2009, Rajoy rozó ese mismo umbral en 2012 (10,5%), después de aprobar el rescate público de las cajas de ahorro.
Sin embargo, en lo que sí gana el presidente popular es que, por primera vez, España encabezará el déficit público de la zona euro. Según las últimas previsiones de Bruselas, el déficit rondará el 4,6% del PIB en 2016, el desequilibrio más alto de los países miembros, superando incluso a Grecia (2,5%). Esto todavía es más más grave si se tiene en cuenta que países como Irlanda, Grecia, Lituania o Portugal partían de un déficit similar al español en 2011 y ya han logrado situarlo por debajo del límite del 3% que marca el Pacto de la UE.
Además, el déficit estructural, el que registraría España una vez eliminado el impacto de la coyuntura económica, lejos de reducirse, aumenta desde 2014, al pasar del 1,9% del PIB al 3,8%. Es decir, la reducción del agujero fiscal en los últimos años se debe única y exclusivamente al efecto del crecimiento económico, no a los ajustes presupuestarios del Gobierno.
La deuda más elevada del último siglo
Por último, la deuda pública supera hoy el 100% del PIB, manteniéndose así en su nivel más alto desde principios del siglo XX. En este sentido, cabe recordar que la deuda rondaba el 35% del PIB en 2007, con lo que ha aumentado en 65 puntos porcentuales, una cifra equivalente a más de 700.000 millones de euros. En concreto, bajo el último Gobierno de Zapatero, el endeudamiento creció en 360.000 millones, mientras que con Rajoy el aumento ya supera los 364.000 millones, según los últimos datos del Banco de España.
Los hitos presupuestarios de Rajoy
Así pues, partiendo de la base de que, según Aznar, "impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso", Rajoy ostenta varios hitos negativos en materia presupuestaria:
- La mayor subida de impuestos de la democracia.
- La mayor recaudación fiscal desde el pico de la burbuja, pese a contar con cerca de 2 millones de ocupados menos y las pérdidas acumuladas por las empresas durante la crisis.
- El segundo mayor déficit de la historia tras el registrado en 2009 por Zapatero.
- El déficit más alto de la zona euro.
- El menor saneamiento fiscal de entre los países con déficits más altos.
- La deuda pública más elevada desde inicios del siglo XX.
- El mayor incremento de deuda de la historia reciente.