La buena sintonía entre el ministro de Fomento y la alcaldesa de Madrid volvió a quedar patente este martes, durante la celebración de un desayuno informativo, organizado por Europa Press.
Tanto Íñigo de la Serna como Manuela Carmena creen que en un plazo de seis meses se puede alcanzar un consenso sobre la conocida como Operación Chamartín. "Llegar a un acuerdo no será fácil, pero tampoco imposible", sostuvo el titular de Fomento. El ministro recordó que se ha abierto una comisión de trabajo –en el que están representadas todas las partes implicadas: el Ministerio de Fomento, Adif, la Comunidad de Madrid, Distrito Castellana Norte (DCN) y la comunidad de propietarios–, cuyas negociaciones están presididas por la "cautela y discreción". Y si bien reconoció que "las posturas (de partida) son distintas, no son incompatibles".
"Nos lo tomamos con tanta intensidad que la comisión técnica se está reuniendo con mucha frecuencia. A nosotros nos preocupa mucho que Madrid tenga cuanto antes la estación que necesita y nos preocupa desbloquear una parte muy importante de Madrid desde el marco de nuestra visión de lo que llamamos Madrid Puerta Norte (el proyecto que presentó el gobierno de Ahora Madrid en contraposición a la Operación Chamartín)", dijo la alcaldesa a los medios. Es necesario "escucharse los unos y otros y viendo los puntos en los que puede haber una coincidencia", señaló.
A la pregunta de LD sobre si el Ayuntamiento tiene pensado incorporar al PSOE de alguna manera a esas negociaciones, Carmena aseguró que su gobierno está "facilitando información sistemáticamente" a los socialistas. "Yo creo que eso colma las aspiraciones que tiene la portavoz del Grupo Municipal Socialista". La propia Purificación Causapié el pasado 3 de enero ofreció una rueda de prensa donde anunció, junto a Rafael Simancas, que llevará este asunto al Congreso de los Diputados. "Ahora nos enteramos de que hay una mesa abierta de negociación en la que Ahora Madrid dice que no va a haber líneas rojas", se quejó Causapié. Algo que no están dispuestos a aceptar los socialistas a los que les gustaba el plan del Ejecutivo de Carmena. "La operación tiene que volver al Ayuntamiento y no contará con nuestro acuerdo si no se atiene a lo establecido", advirtió Simancas.