Los movimientos anticapitalistas suelen abrazar la bandera del medio ambiente para cargar contra la economía de mercado. Sin embargo, las economías europeas demuestran que, a lo largo de las últimas décadas, las mejoras de eficiencia y las innovaciones tecnológicas nos han llevado hacia un mundo de mayor aprovechamiento energético y menor polución.
España es un buen ejemplo de ese cambio a mejor. Los datos del Departamento de Energía de EEUU muestran que nuestras emisiones de CO2 per cápita subieron de 0,32 a 1,99 toneladas métricas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, pero desde hace tres lustros se ha invertido la tendencia y, de hecho, las emisiones por habitante han caído de 1,99 a 1,39 toneladas métricas entre los años 2000 y 2013.
Nuestro país vecino, Francia, se mueve en registros similares a los que se dan en España, pero en su caso el pico llegó en 1980 y la reducción de emisiones lleva más tiempo desarrollándose. Si hace 35 años se alcanzaron niveles de 2,56 toneladas métricas por persona, hoy se dan ratios de 1,42.
Más parecida a la curva española es la de Italia. En la segunda mitad del siglo XX, el país transalpino también vio aumentar sus emisiones per cápita de CO2 desde 0,24 a 2,16 toneladas métricas. Sin embargo, entre 2000 y 2013 se ha registrado un descenso del 17%, hasta situarnos en 1,57 toneladas métricas de CO2 por habitante, el nivel más bajo que se ha dado desde comienzos de la década de 1970.
Por su parte, Reino Unido empezó a reducir sus emisiones per cápita hace 45 años y, aunque sus últimos registros apuntan a un promedio más alto que el de España, Francia o Italia (1,95 toneladas métricas por habitante), la cifra actual es un 30% más baja que los 3,19 puntos que se observaron en 1970.
Si calculamos la evolución media de estos cuatro países, vemos que el techo llegó en 1980, cuando se llegó a 2,20 toneladas métricas de CO2 por habitante. Hoy, el promedio ha caído a 1,58 toneladas, lo que nos sitúa en registros similares a los de la década de 1960.
La transición económica y medioambiental de Alemania
Los datos de Alemania para 1950-1990 están distorsionados por la división del país en dos mitades. En la Alemania capitalista del Oeste, las mediciones fueron de 1,9 toneladas en 1950, 2,68 en 1960, 3,36 en 1970, 3,49 en 1980 y 3,13 en 1990. Para laAlemaniacomunista del Este, los registros fueron de 2,43 toneladas en 1950, 4,8 en 1960, 4,47 en 1970, 5,15 en 1980 y 5,2 en 1990. De media, los datos de emisiones per cápita eran un 51% más altos en la mitad comunista.
La reunificación y la transición del Este hacia un modelo de mercado ha ayudado a consolidar un cambio en el modelo productivo que ha reducido las emisiones de manera notable. Si tomamos una media de las dos mitades hasta 1990 y empleados desde entonces los datos de la Alemania reunificada, vemos que se ha producido una caída del 41% en las emisiones per cápita de CO2, que eran de 4,17 toneladas en 1990 pero cayeron a 2,56 en 2013.
Una historia similar es la que nos encontramos en otros países que sufrieron la lacra del comunismo. Tras la década de 1980, sus niveles de emisiones de CO2 per cápita se han reducido progresivamente: caen un 40% en Polonia, un 42% en República Checa, un 60% en Rumanía y un 48% en Hungría.
El resto de Europa, a examen
En los países nórdicos, la historia de las emisiones per cápita de CO2 es algo más compleja y menos lineal. En Suecia vemos una caída progresiva desde 1980 hasta hoy (-46%), y lo mismo ocurre con Dinamarca (-42%). Sin embargo, tanto en Finlandia como en Noruega vemos que la curva experimenta subidas y bajadas en las últimas décadas.
Si nos fijamos en los demás países que entran en el top 20 europeo según el tamaño de sus economías, vemos que Países Bajos reduce sus emisiones un 20% desde 1980, Suiza las recorta un 22%, Bélgica las aminora un 39%... Aunque también hay países que hoy registran un mayor nivel de emisiones per cápita: son Irlanda (+3%), Grecia (+18%), Portugal (+61%) y Austria (+6%).
Así, el grupo de las 20 economías más grandes de Europa se mueve en un promedio de 1,88 toneladas métricas de emisiones per cápita de CO2, lo que supone un descenso del 28% frente a las 2,61 toneladas observadas en 1980.
