Si la polémica gestión de Carlos Sánchez Mato al frente del área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid le ha convertido en el miembro más discutido del equipo de gobierno de Manuela Carmena, la compra del edificio ubicado en el número 45 de la calle Alcalá ha sido la gota que ha colmado el vaso y ha dejado al político de Izquierda Unida en una situación muy precaria.
La operación, anunciada el 21 de diciembre, supuso un desembolso de 104 millones de euros a los contribuyentes del Ayuntamiento de la capital de España. Además, la tramitación se cerró por vía urgente y en apenas diez minutos, como ha desvelado Libre Mercado. Nada más conocerse la noticia, tanto el Partido Popular como Ciudadanos han pedido explicaciones al consistorio y han llegado a exigir la renuncia del concejal de Economía y Hacienda.
Pero los 104 millones de Alcalá 45 son solamente una parte de la ecuación. Y es que, al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Madrid está empezando a perfilar una nueva sede municipal en la que tiene previsto gastarse hasta 70 millones de euros. El edificio en cuestión estará ubicado en el antiguo Mercado de Legazpi.
Ya en marzo de 2016, diversos miembros de Ahora Madrid visitaron los terrenos. Entre ellos estaba el propio Sánchez Mato, pero también otros integrantes del grupo municipal que gobierna en la Villa y Corte, como Nacho Murgui, José Manuel Calvo y Rommy Arce. Ya entonces se anunció que "las nuevas instalaciones municipales serán del tamaño del Estadio Vicente Calderón" (para ser precisos, la parcela tiene una extensión de 35.785 metros cuadrados).
Por aquel entonces, el Consistorio declaró que su intención era trasladar a casi 2.000 trabajadores del Ayuntamiento de Madrid a este nuevo edificio burocrático. Entre abril y agosto, se reunió con "vecinos, agentes sociales, arquitectos y sociólogos" con el objetivo de añadir "novedades" a las oficinas burocráticas.
El resultado de esa ronda de consultas es que, además de acoger a más de 1.900 empleados del Ayuntamiento, el nuevo espacio va a incorporar una biblioteca y diversos "huertos urbanos", que se ubicarán en la cubierta de distintos edificios que van a ser destinados a las "asociaciones vecinales".