El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó este martes al fabricante de automóviles General Motors (GM) con la imposición de aranceles aduaneros a menos que produzca sus vehículos en Estados Unidos. Trump dijo en un tuit que "General Motors está enviando el modelo Chevy Cruze hecho en México a los concesionarios de EE.UU. sin tarifas. ¡Fabrique en EE.UU. o pague un gran arancel aduanero!"
General Motors is sending Mexican made model of Chevy Cruze to U.S. car dealers-tax free across border. Make in U.S.A.or pay big border tax!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
Tras el tuit de Trump, GM dijo en un breve comunicado que produce la versión sedán del Cruze en Ohio. "Todos los Chevrolet Cruze sedán en venta en Estados Unidos se producen en la planta de montaje de GM en Lordstrom, Ohio. GM produce el Chevrolet Cruze de cinco puertas para mercados globales en México y un pequeño número es vendido en Estados Unidos", explicó el fabricante.
Trump ha realizado similares amenazas contra otro de los grandes fabricantes de automóviles estadounidenses, Ford. Durante la campaña electoral, Trump acusó a Ford de despedir a miles de trabajadores en Estados Unidos para desplazar parte de su producción a México. Posteriormente, el presidente electo se atribuyó la decisión de Ford de producir una serie de camiones semipesados en Estados Unidos en vez de en México.
Ford se vio obligado a negar en un comunicado que Trump influyese en sus decisiones de inversiones en México y que la elección de la producción de camiones en EE.UU. se tomó "en 2011, mucho antes de que cualquier candidato anunciase su intención de convertirse en presidente de Estados Unidos".
Ford cancela la inversión prevista en México
Sin embargo, Ford canceló este martes la inversión de 1.600 millones de dólares en la localidad mexicana de San Luis de Potosí, donde tenía previsto construir una nueva planta de montaje de vehículos. Ford dijo en un comunicado que producirá la nueva generación del modelo Focus en la planta de montaje de la ciudad mexicana de Hermosillo "para mejorar la rentabilidad de la compañía", y que invertirá 700 millones de dólares en la fábrica estadounidense de Flat Rock (Michigan).
El presidente de Ford, Mark Fields, negó después, en una entrevista con la televisión estadounidense CNN, que la cancelación de la inversión en México fuese una concesión al presidente electo de EEUU, Donald Trump, que defiende un proteccionismo económico. "No hemos llegado a un acuerdo con Trump. Lo hemos hecho por negocios", aseguró Fields.
La planta de San Luis de Potosí tenía previsto producir la nueva generación del Ford Focus. Ford añadió que la inversión de 700 millones de dólares en Flat Rock permitirá a la planta de montaje la producción de vehículos autónomos y eléctricos y creará 700 puestos de trabajo directos.
Los planes de producción del fabricante estadounidense en México han sido frecuente objetivo de los ataques de Trump en los últimos meses. En septiembre de 2016, Trump amenazó con aranceles aduaneros del 35% a los productos de Ford producidos en México. Trump afirmó que Ford despediría trabajadores en Estados Unidos para producir vehículos en San Luis de Potosí, lo que negó rotundamente Fields. Entonces Trump declaró: "¿Sabes lo que va a pasar? Nunca se van a ir (a México)".