Las necesidades de capital de Banca Monte dei Paschi di Siena se han incrementado hasta los 8.800 millones de euros como consecuencia de un deterioro en su posición de liquidez durante el mes de diciembre, según una carta del Banco Central Europeo (BCE) para el banco toscano, que la semana pasada fracasó en su operación para ampliar capital por valor de 5.000 millones de euros, lo que provocó la intervención del Gobierno italiano.
En una carta del principal organismo monetario europeo remitida al ministerio de Economía y Finanzas de Italia, de la que se hace eco Europa Press, el BCE resalta que la posición de liquidez de Monte dei Paschi ha sufrido un rápido deterioro entre los pasados 30 de noviembre y 21 de diciembre, por lo que el déficit de capital del banco se ha incrementado hasta los 8.800 millones de euros, frente a los 5.000 millones de euros anteriores.
El BCE argumenta que la capacidad compensatoria del banco más antiguo del mundo, puesto que sus orígenes se remontan a 1472, ha disminuido hasta 8.100 millones de euros, frente a los 14.600 millones de euros anteriores, mientras que la liquidez neta a un mes de la entidad ha caído desde 12.100 millones de euros, hasta 7.700 millones de euros, lo que representa el 4,78% de la actividad total de Monte dei Paschi.
Durante la madrugada del pasado viernes, el Ejecutivo liderado por Paolo Gentiloni aprobó un decreto para la creación de un fondo de rescate dotado con 20.000 millones de euros que se destinarían al saneamiento de Monte dei Paschi –y otras entidades italianas en problemas por sus elevados niveles de créditos improductivos– después de que el banco fracasase en su intento de ampliación de capital.
El banco toscano fue incapaz de encontrar un gran inversor que sostuviese su recapitalización, por lo que se quedó a falta de 2.069 millones para completar su alzamiento de capital por valor de 5.000 millones, lo que forzó la intervención del Gobierno, quien ya posee el 4% del accionariado de Monte dei Paschi.
No obstante, la inyección de 20.000 millones de euros en el sistema financiero transalpino podría elevar la ratio de deuda de Italia, actualmente la segunda mayor de la zona euro, sólo por detrás de Grecia, hasta el 134% del PIB en 2017, frente al objetivo inicial de Roma de reducir la carga al 132% del PIB.