La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado este miércoles que ha firmado el decreto de Alcaldía para abordar los Presupuestos en el pleno del 23 de diciembre, algo que podrá hacerse con el acuerdo de los grupos municipales o a través de una cuestión de confianza, cuyo plazo empezará ese mismo día si se rechazan las cuentas.
Ha detallado en rueda de prensa que, si no se aprobaran las cuentas el 23 de diciembre, se abriría el plazo para hacerlo mediante esta cuestión de confianza: los grupos pueden presentar una propuesta con un alcalde alternativo con al menos 21 apoyos -mayoría absoluta- durante un mes y, si no lo hacen durante este plazo, los Presupuestos quedan automáticamente aprobados.
Hay dos opciones: alcanzar un acuerdo tras un periodo de alegaciones y de exposición pública -incorporando aportaciones de los grupos municipales y de la ciudadanía- o hacerlo con la cuestión de confianza si no hay acuerdo, ha insistido después de que este martes todos los grupos de la oposición votaran en contra de su propuesta presupuestaria en la comisión de Economía y Hacienda, con 15 votos a favor -del Gobierno de BComú y PSC- y 26 en contra, sumando los de CiU, C's, ERC, PP y la CUP.
La primera edil ha asegurado que ella aboga por aprobar los Presupuestos con el acuerdo de los grupos y sin recurrir a la cuestión de confianza, aunque ha asegurado que no tienen ningún miedo a este mecanismo: "No estoy aquí por ningún interés personal ni ningún apriorismo, sino para ser útiles a la ciudad".
La alcaldesa ha recordado que la cuestión de confianza es un mecanismo para evitar que los ayuntamientos se queden bloqueados, porque no pueden convocar elecciones anticipadas, sobre lo que ha garantizado: "Estaría plenamente dispuesta a dar la palabra a la ciudadanía si pudiera", decía mirando especialmente a ERC.
Ha resaltado que Barcelona tiene unas necesidades que deben responderse mediante unas cuentas, y ha defendido que su propuesta presupuestaria es "muy buena", por lo que el Gobierno municipal seguirá buscando el consenso con los grupos del consistorio, también para acordar asuntos de ciudad.
"La mejor manera de demostrar que todos estamos por el diálogo es que busquemos acuerdos y un Presupuesto de ciudad y no de gobierno. Aún estamos a tiempo hasta el 23 de diciembre", ha destacado la alcaldesa, que ha pedido debatir las cuentas en base a contenidos concretos. Según Colau "el contexto político catalán y estatal creo que está afectando a la ciudad, y la ciudadanía está muy harta".
"Hay cambios en algunos partidos de la oposición que no están vinculados a contenidos concretos de la ciudad, sino que responden a otros intereses", ha criticado, y ha avisado de que los ciudadanos serán los que finalmente validen estas actitudes en unas elecciones.
Preguntada por si lo ha dicho en referencia a ERC, ha señalado que no puede "acusar de nada en concreto sin que hayan pruebas, y cada formación debe explicarse", tras lo que ha recordado que con los republicanos acordaron la ampliación presupuestaria y las Ordenanzas Fiscales de este año y que gobiernan juntos en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
Ha remarcado que siguen ofreciendo a ERC incorporarse al ejecutivo municipal y ha criticado que no entiende "esta negativa a corresponsabilizarse y entrar en el Gobierno de la ciudad", como acordaron con el PSC, con el que ha dicho que mantienen discrepancias pero que se centran en los puntos en común.
Después de que el segundo teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, apostara por abrir los acuerdos también a CiU y C's, Colau ha asegurado que nunca han descartado pactar con otras formaciones aunque tengan más coincidencias con los partidos de izquierdas, tras lo que ha señalado que el líder municipal de CiU y exalcalde, Xavier Trias, le ha dicho en ocasiones que no pueden votar a favor de sus políticas de modelo, pero sí alcanzar acuerdos puntuales.