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Esta es la "gente" que está detrás de "Rodea", "Ocupa" y "Asedia" el Congreso

Las convocatorias previas de la Coordinadora 25S acabaron en disturbios. Pablo Iglesias se emocionó cuando la turba agredió a la Policía.

Las convocatorias previas de la Coordinadora 25S acabaron en disturbios. Pablo Iglesias se emocionó cuando la turba agredió a la Policía.

Han pasado apenas diez días desde que Pablo Iglesias reconociera no contar con "fuerza suficiente" en el Congreso y animara a los suyos a tocar las narices por otros medios. En un acto de la iniciativa podemita Vamos! comentó que "ningún partido sustituye a la fuerza de la gente en la calle".

A ver si nos hemos equivocado con todo esto de la democracia y de ir a votar y va a ser mejor que resolvamos nuestros asuntos en la calle por la ley del más fuerte. Esa ley no hay ni que tramitarla en el Congreso. Todo ventajas. Iglesias anunció que los demás partidos no van a conseguir que se queden "atrincherados en el Parlamento".

"Es mentira que la política sean los parlamentos", añadió. Días antes había estado insinuando la conveniencia de una huelga general en protesta por la reelección de Rajoy. "Si hay una huelga general en este país, tenemos que tener una máquina de combate para demostrar que somos la oposición", comentó amigable y nórdicamente. Ésta es la línea que Alberto Garzón, líder del círculo de Izquierda Unida, defendía a principios de este año:

Este tuit provocó cierta polémica, pues parecía justamente lo que es. A mí me gusta mucho este otro que recoge unas declaraciones de Iglesias de este mismo mes:

Es de vieja política querer una militancia inteligente, preparada, reflexiva… Es nueva política querer seguidores que sean gente curtida en las calles, que se hayan zurrado con alguien, que luzcan una buena cicatriz en el vientre... Vaya, que sean un cuadro, como dice él.

Por casualidad, días después de las palabras de Iglesias sobre desbordar la calle, la extrema izquierda impedía que Felipe González y el presidente del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, pudieran dar una conferencia en la universidad. Tras esta ración de totalitarismo universitario, llegó la convocatoria de una manifestación para rodear el Congreso el día en el que Rajoy fuera investido. Hoy. Entre las palabras de Iglesias animando a la movilización y la citada convocatoria no pasó ni una semana. Casualidad.

Así que la prensa, siempre al servicio de la casta y de Franco, le preguntó a Podemos si estaba detrás de la organización del callejero evento: "Ni Podemos ni Unidos Podemos organizan Rodea el Congreso, aunque la saludamos con simpatía". "La saludamos con simpatía", comenta, con el lenguaje estomagante habitual de la formación, lenguaje que ha hundido el consumo de vomitivos en todo el país. Habría sido cómico que las saludara con desagrado, como hace la izquierda con las buenas noticias económicas.

Así que Pablo estará al mismo tiempo dentro del Congreso y fuera, será "casta" y "gente" a la vez, la maniobra perfecta que le faltaba por ejecutar. Es el Pablo de Schrödinger. Si las movilizaciones salen bien, allí estará él heroico con sus fans, adeptos y súbditos. Y si todo va mal, si aparece poca gente o si a los salvajes oportunistas habituales se les va la mano, él no habrá tenido nada que ver. Ni recordará lo que es la palabra "Congreso". Cualquier escenario le favorece.

Alberto Garzón fue más claro que Iglesias. En su reunión con el Rey, aseguró al monarca que Unidos Podemos se manifestaría contra la investidura de Rajoy. Así, sin medias tintas. Anunció, además, "un ciclo de movilizaciones al alza". Añadió, sin que nadie le preguntara, "que no están dirigidas por nosotros". La extrema izquierda quiere una legislatura bronca y, a poder ser, breve. Y cafres con ganas de revolución y de romper mobiliario urbano nunca faltan. Será suficiente para Podemos con manifestarse al lado del que firmó cada convocatoria. Y dentro del Congreso, con llamar "delincuente" a todo el mundo y repetir muchas veces "Franco", "cal viva" y "Gürtel", el rebaño estará contento.

Los organizadores

Como Pablo no sabe nada de nada y su papel se ciñe a motivar y a saludar con simpatía, hay que fijarse en los organizadores: la Coordinadora 25S. Su nombre conmemora la primera ocasión en la que se convocó a la gente a rodear el Congreso, el 25 de septiembre de 2012. Esta movilización inicialmente se llamó "Ocupa el Congreso", pero tenía mala prensa y evidenciaba el carácter dudosamente democrático de los organizadores. Finalmente, se optó por un más amistoso y colorista "Rodea el Congreso". La movilización dejó policías heridos tras lo que Pablo Molina definió como "lanzamiento pacífico de adoquines por una multitud democrática".

En total, hubo 34 amistosos detenidos y 64 heridos, de los que casi la mitad fueron policías. Esto no fue obstáculo para que días después se convocaran nuevas manifestaciones (los días 26 y 29) para protestar por la supuestamente desproporcionada respuesta policial del día 25. Por suerte, no se entró en un bucle de concentraciones, heridos y concentraciones en protesta por los heridos, etc, etc.

En aquella ocasión, el señor Iglesias aseguraba que la imagen de un policía siendo agredido por la multitud le había emocionado. El siguiente corte ni lo hemos hecho nosotros, es su programa de televisión el que lo consideró tan interesante como para compartirlo tal cual lo presentamos aquí:

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"No es agradable ver una agresión contra nadie", pero la rabia está creciendo y "algo está pasando en la sociedad". Qué emocionante, crece la rabia, junto a la pobreza, alimento esencial en la dieta de la extrema izquierda. Realmente, siempre ha habido y siempre habrá salvajes que aprovechan cualquier oportunidad para armarla. Hacer un análisis político de lo que sucede en un país a partir de las agresiones de cuatro enfermos solamente se le ocurriría a alguien que confunde su pequeño mundo con la realidad social española.

Pero no hablemos de Pablo, que ahora solamente se dedica a saludar, como si fuera la Reina de Inglaterra. Además de las concentraciones de septiembre de 2012, esta plataforma Coordinadora 25S convocó otro corro alrededor de la Cámara Baja en octubre de ese año y en abril de 2013 bajo el nombre "Asedia el Congreso".

Tras varios fracasos en la toma del poder, los organizadores creyeron que lo de rodear no estaba funcionando bien. Así que optaron por una nueva denominación que parecía más intensa, más de agobiarse jo tía, ahora sí que es la buena. Por desgracia para ellos, los manifestados quedaron exactamente a la misma distancia de la cámara parlamentaria que en anteriores convocatorias. Además, su seguimiento fue menor que otras veces. También hubo bronca, que se saldó con 15 detenidos y 29 heridos, 14 de ellos policías.

La Coordinadora 25S, que defiende el castrismo y el chavismo y repite todo el ideario de la extrema izquierda sin excepción (son tan obvios, que no vale la pena detallarlo, pueden imaginarlo), ha asegurado que esta vez la manifestación será pacífica. Esperemos que, por fin, tengan razón.

Sus compañeros de las Juventudes Comunistas también tienen plan para la tarde de este sábado. Han puesto un eslogan a la manifestación: "Ante el golpe de la mafia, democracia", y añaden "este finde volvemos a las calles".

Además, bajo el lema comparten la dirección de las páginas web del Partido Comunista y de la revista de las Juventudes Comunistas, llamada Agitación, que desde el nombre invita a la reflexión, la meditación y el sosiego. Es extraño que confundan democracia con salir a las calles a berrear, pero en fin.

En un comunicado enlazado al tuit, podemos leer una dura crítica a "los partidos del orden (PP, PSOE y C´s)", exactamente la misma expresión usada por Iglesias en sede parlamentaria. Estas juventudes cuentan que "la vía socialdemócrata de resolución de las crisis capitalistas es una ilusión" (no hablan de estar ilusionado). Añaden que es "una tesis siempre defendida por el comunismo". Es extraño que no critiquen a Podemos, que es un partido socialdemócrata según sus dirigentes, es decir, vive en esa ilusión.

En este comunicado subrayan que las necesidades de "la mayoría obrera y popular" (no se refieren a los votantes del PP) solamente se "podrán asegurar a través de la movilización". Cuentan, además, que las Juventudes Comunistas "apuestan por la construcción de poder popular a través de la organización de las personas explotadas en los sindicatos, las organizaciones estudiantiles los espacios vecinales para la conquista de servicios públicos".

Estoy de acuerdo, hay que acabar con la explotación en esas organizaciones. Alguno dirá que es un problema de redacción y que estos chicos se emborrachan de jerga comunistoide y no saben ni lo que escriben. Pero no vean los esfuerzos que hacía yo de joven para no ser elegido delegado de clase. Y no vean las argucias que empleo ahora para saltarme el turno cuando me toca ser presidente de mi comunidad de vecinos. Sin duda, estamos ante una protesta amplia, que abarca muchos temas: desde que no gobierne Mariano hasta que se deje de explotar al vecino del cuarto, presidente de la comunidad, pendiente las veinticuatro horas de si se ha fundido una bombilla en el portal. Ni un paso atrás en este asunto.

Las Juventudes Comunistas (a las que perteneció el señor que ahora se dedica solamente a saludar con simpatía) han mostrado recientemente su apoyo a Maduro tras saltarse la Constitución que el propio chavismo aprobó para Venezuela. También han hecho numerosos guiños a las FARC y al gobierno de Corea del Norte.

Todos sabemos que el concepto de democracia de un comunista es ambiguo y oscila entre la dictadura y el totalitarismo, con todos sus matices. Pero eso no quiere decir que un comunista no pueda ser amable y detallista: estas juventudes no se olvidan de felicitar en sus redes sociales a Fidel Castro ni un solo cumpleaños. Tampoco a Lenin, que si hubiera seguido una dieta saludable, iría camino de cumplir 147 años. Al menos nos queda su repugnante momia (de verdad, qué guarradas hacen estos comunistas). Sonrío imaginando la agenda de estas juventudes con las fechas de los cumpleaños del dictador cubano y el soviético marcadas en rojo. Buena gente.

Por supuesto, la militancia de Podemos también apoya la protesta. Hemos mencionado antes el escrache contra Felipe González y Juan Luis Cebrián. Este Rodea a Felipe fue promovido por algunos círculos podemitas en redes sociales, como, por ejemplo El Círculo (se rompieron la cabeza para encontrar el nombre). Algunos medios como OkDiario denunciaron esa vinculación entre Podemos y el acto de censura en la universidad.

El propio Eduardo Inda mostró esta vinculación en su habitual paso por La Sexta Noche. Tras ello, el mencionado círculo de militantes de Podemos cambió el morado de su logotipo por el color verde. Este cambio de color evidencia que ahora no tienen nada que ver con Podemos, claro, incluso aunque compartan todos los mensajes, consignas, carteles y vídeos del partido. Es como si Izquierda Unida de repente eliminara el color rojo, mejorara su imagen, pusiera de líder a un tipo con coleta, se llamara Podemos y dijera que son socialdemócratas. ¿Se imaginan? No picarían ni los tontos.

Bien. El círculo El Círculo (mejor juego de palabras del día) publicó un comunicado animando a participar en la protesta en los alrededores del Congreso.

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El comunicado, como pueden ver, es toda una oda al buen gusto, a la escritura correcta y a los argumentos contundentes. La ortografía es otra conquista que está por venir. Escriben mal hasta "círculo". Cómico. Entiendo que este grupo esté en contra de las reválidas, es imposible que escribiendo así puedan aprobarlas. Se agradece el uso de emoticonos, que facilitan la comprensión del texto a los militantes más lentos.

Vemos poesía: nacer desde cero, gente anónima, granito de esperanza… Y luego vemos mucho sentimiento, mucho hablar de las calles y las plazas. Hay una descarga emotiva. Se han molestado en escribir de una manera bonita (es un decir) que hay que salir a berrear a la calle contra el gobierno fascista y dictatorial de la extrema derecha que nos gobierna.

Nos invitan a "conquistar nuestras vidas y nuestra sociedad". La sociedad conquistándose a sí misma (como Podemos, rodeándose a sí mismo). Señores, aquí la cursilería ha descarrilado. Estas meteduras de pata suceden cuando te has emborrachado de palabrería vacía, quieres emocionar al personal y no sabes ni lo que dices. "Ahora somos la gente", concluyen. Felicidades por haber adquirido ese nuevo estatus.

No nos representan

El 15-M reunió a unas cuantas decenas de miles de personas en las calles del centro de Madrid (en Sol no caben más de 30.000 individuos, no se dejen engañar, y el Madrid también llena la plaza cuando gana un título). Nos hicieron creer que aquello era una protesta que representaba a todos los españoles, un día histórico, un antes y un después. Tan histórico, que Iglesias apuntó esa fecha como posible fiesta nacional.

Majaderías aparte, tras el 15-M, el Partido Popular obtuvo una holgada mayoría absoluta. Mayoría que ha ido quemando según los impuestos iban creciendo, los casos de corrupción iban viendo la luz y La Sexta iba aumentando sus programas dedicados a hablar de lo mal que va todo.

A los que se quejaban en Sol se les invitó a que se presentaran a las elecciones. Tras varios intentos fallidos en forma de partidos de risa, parte del sistema apoyó a Podemos y lo convirtió en mascota de algunas de sus televisiones. Podemos recoge, según sus propios líderes, el espíritu del 15-M. Es decir, es Podemos el primer elemento que desacredita a los que pretenden rodear el Congreso.

Porque, después de celebrar dos elecciones, los que representan a los que protestan en la calle son clara minoría. Ni pueden gritar "no nos representan" mientras Pablo vocifera desde la tribuna, ni pueden hablar en nombre de la mayoría. No tienen legitimidad alguna para hacerlo. Como no tienen legitimidad alguna para hablar de democracia mientras alaban a regímenes totalitarios como el soviético, el castrista y el chavista.

Los que no les representamos, por suerte, somos la mayoría de los españoles. El sistema es un engaño (el mismo que les ha permitido alcanzar ciertas alcaldías), todo es un golpe de Estado y viviremos en una dictadura hasta que suene la perroflauta y ellos ganen unas elecciones. En la calle no consiguieron tumbar la democracia, así que se presentaron a las elecciones. En las elecciones tampoco consiguieron tomar el poder, así que vuelven a la calle.

En definitiva, el problema no es algo tan razonable como que vaya a gobernar la fuerza más votada. El problema es la ideología totalitaria de los que no saben perder. Ideología contraria a la democracia, como no dudan en demostrar cada vez que tienen la oportunidad de tocar poder real. Están rabiando porque en la ficción lo vieron cerca, pero jamás lo estuvieron y hay 70 escaños que se lo demuestran. Y eso, suponiendo que todo el electorado podemita sea como ellos son (ni en broma).

No han ganado, asúmanlo y dejen descansar a este país. Mi consejo es que aprovechen esta previsible temporada con pocas citas electorales para "conquistar sus vidas" sin la necesidad de promesas políticas. Aprovechen el tiempo. Hagan algo útil con sus existencias en vez de dedicarse al golpismo callejero. No sé, aprendan a coser o a hacer empanadillas, pero acepten las reglas que los españoles nos hemos dado. No rodeen el Congreso, ustedes sí que no nos representan.

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